Ciudadanos ensaya con Arrimadas un discurso propio en las comunidades históricas
La próxima Asamblea planteará replicar la táctica catalana o mantener la apuesta de no adaptarla a cada territorio
Tras no lograr representación en las elecciones del País Vasco y de Galicia de septiembre, Ciudadanos analiza cómo relanzar su proyecto en estas Autonomías y cómo competir mejor en aquellas en las que el regionalismo está fuertemente arraigado. Antes de la IV Asamblea del partido (4 de febrero), dirigentes consultados por EL PAÍS plantean un debate incipiente: si Ciudadanos aboga por replicar el discurso de Inés Arrimadas en Cataluña —antiindependentista con acentos locales— o si mantiene la apuesta de no adaptar su propuesta a cada territorio.
Ciudadanos ha fracasado en su intento de entrar en cinco Parlamentos autónomos desde que acometió su expansión nacional: País Vasco, Galicia, Navarra, Canarias y Castilla-La Mancha. Entre esas tres primeras Comunidades no suma ni 1.500 afiliados, lo que refleja su falta de estructura. Sus candidatos en las dos primeras hicieron campaña sin apenas emplear el gallego y el euskera. Y los malos resultados han llevado a que algunos de los dirigentes que están en pleno ascenso dentro de Ciudadanos valoren que se replantee el posicionamiento “rancio” que a su juicio ha tenido hasta ahora el partido frente a los regionalismos. Estas voces apuestan porque se dote de contenido a la idea de “una España unida y diversa” que defiende Rivera. Y plantean un ejemplo de cómo acometer la actualización: la defensa que hace Arrimadas de lo catalán sin por eso dejar de atacar la propuesta independentista.
“Soy una enamorada de la diversidad y la riqueza de este país”, aseguró la líder de la oposición en Cataluña durante un mitin de septiembre. “Mis padres son de un pueblecito de Salamanca. Se fueron a Jerez a trabajar. Allí nací yo. Después me fui a Cataluña. Me siento catalana. Estoy felizmente casada con un giruní. Nadie me tiene que explicar que España es diversa, que España es plural. Por eso estoy en Ciudadanos, porque es un partido que sabe sumar desde la diversidad”.
Esta política encabeza la oposición al proyecto independentista de Junts Pel Sí. Se ha especializado en realizar “un marcaje al hombre” a Carles Puigdemont, según definición de sus compañeros de partido.
Al tiempo, Arrimadas ha acentuado una idea que ya expresó Rivera (el gobierno nacional también ha ayudado a que el independentismo crezca con su inacción); reivindica siempre la cultura catalana (pide que Sant Jordi sea patrimonio de la UNESCO, como la fiesta del Patum de Berga o los Castells); e intenta aprovechar la presencia de Ciudadanos en el Congreso de los diputados para presentar propuestas que le conviertan en la voz de Cataluña y sus reivindicaciones en Madrid.
La dimisión de Punset
Los críticos ven en esa estrategia un intento de captar el voto catalanista moderado, huérfano tras la crisis de Uniò. Xavier García Albiol, líder del PP catalán, ha llegado a acusar a Arrimadas de sufrir “el síndrome de Estocolmo” y le ha afeado que asistiera a una gala organizada por una patronal con vínculos independentistas en la que se aplaudió en pie a Carme Forcadell, la presidenta del Parlament, imputada por desobediencia (“asistir no es apoyar”, le contestó la líder de la oposición, que no aplaudió). Finalmente, la dimisión de Carolina Punset como integrante de la Ejecutiva de Ciudadanos demostró que el debate sobre el camino a seguir puede ser intenso: pidió al partido que mantuviera “un combate inexcusable y radical del nacionalismo y del regionalismo”.
“Ciudadanos ha pasado de tener nueve diputados en Cataluña a tener 25. Antes solo podía aspirar a ser un muro de contención del independentismo, ahora también aspira a gobernar”, razonan fuentes del gabinete de Arrimadas. “Con otras formas, decimos lo mismo que siempre frente al independentismo”, añaden. “Pero hay que hablar de más cosas”, subrayan, apuntando a las propuestas educativas, de regeneración o en sanidad como ejemplos del proyecto global que está intentando construir Arrimadas para ser alternativa de gobierno. Ciudadanos debate ahora si tomar o no ese camino.
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