Un menor de edad reconoce a ‘El Rubio’ como el hombre que lo violó

La Audiencia Provincial de Las Palmas juzga desde este lunes a Antonio Ojeda, El Rubio, por la presunta violación a un menor de 10 años. El Rubio es, a su vez, el principal sospechoso de la desaparición de Yeremi Vargas. Ojeda, Vargas y el otro niño viven en el mismo municipio. La víctima ha reconocido a Ojeda como el hombre que lo violó. La fiscalía pide 13 años de prisión para el acusado, que ha negado los hechos ante las preguntas de su abogada. Ojeda no ha querido responder a las cuestiones planteadas desde el ministerio público, tal y como hizo cuando fue interrogado por el caso de Yeremi.

La víctima ha declarado por videoconferencia y, como ya había hecho de forma previa, no ha dudado al reconocer a Antonio Ojeda como el hombre que lo violó. "Estaba jugando al fútbol", ha dicho, tras señalar que un hombre le ofreció una bicicleta "a cambio de que le acompañara a buscarla". Fueron juntos por la carretera hasta un grupo de chabolas, entre la que estaba la casa de El Rubio, "una choza verde sin baño ni cocina".

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Una vez allí, el joven ha dicho que le agarró del brazo y le obligó a entrar. "Me metió dentro, cerró la puerta, se bajó los pantalones y me metió el pene por el culo", ha relatado el menor de edad. "Me dolió. Del 1 al 10, me dolió 10", ha dicho el niño. El menor no ha recordado los ruidos que hacía el presunto violador, ni cuánto tardó en marcharse. Solo que en un momento determinado El Rubio le dijo: "Ya. Venga, vete". A la vuelta, apurado, subrayó que se cayó y se hizo una herida en la rodilla.

En su declaración, la madre de la víctima ha explicado que aquella tarde el niño llegó con el pelo pegajoso y más sucio de lo normal, pero no le dio importancia. El menor de edad sí ha admitido que no se lo contó a su familia por "miedo" a "una bronca". Inicialmente, en casa, al apreciar su madre sangre en la ropa interior, la víctima, aterrada, dijo que "los amigos le habían amarrado a un árbol y pegado".

Sin embargo, tres semanas después, según ha contado, se derrumbó ante unos amigos que sí se lo dijeron a su familia y así fue como se enteraron los padres de la víctima del relato de violación que este lunes se ha expuesto en el Palacio de la Justicia de Las Palmas.

"Sí, es él", ha dicho el joven al levantarse El Rubio para ser captado por las cámaras que operan en la videoconferencia a través de la cual declaraba el menor de edad. 

En su declaración, la madre del menor ha asegurado que al enterarse de lo ocurrido llevó a su hijo al médico y le hallaron una pequeña grieta en el ano y moratones en distintas partes del cuerpo. 

En la sala estaba Ithaisa Suárez, la madre de Yeremi Vargas, "convencida al 100% de que es el asesino de su hijo". "Llevo nueve años esperando para verle la cara", ha señalado antes de entrar. Una vez dentro, ha ocupado la última fila y cuando El Rubio ha entrado en la sala, Ithaisa Suárez se ha derrumbado entre lágrimas, advertida desde el tribunal bajo amenaza de expulsión si hacía algún gesto de desaprobación o sonido que así lo indicara.