“¡Cuánto tiempo hemos gastado en demonizar a unos compañeros contra otros!”
EL PAÍS reproduce las grabaciones de las intervenciones a puerta cerrada en el comité federal del PSOE
La fractura entre los partidarios y detractores de la abstención a la investidura de Mariano Rajoy, opción que se impuso en el comité federal del PSOE, provocó uno de los debates más intensos en la historia reciente de los socialistas. Sus consecuencias están todavía por determinar. “¡Cuánto tiempo hemos gastado en demonizar a unos compañeros contra otros, cuánta energía, cuánto insulto entre nosotros!”, reconoció las fricciones internas Susana Díaz, como reflejan las grabaciones de las intervenciones, a puerta cerrada, a las que ha tenido acceso EL PAÍS.
“Nuestros adversarios políticos están ahí fuera, esperando a que nos destrocemos entre nosotros y a que nos hundamos nosotros solos”, advirtió por su parte Patxi López. El exlehendakari también cuestionó que el PSOE vaya a contar con margen para ejercer una oposición tenaz. “Algunos creen que podemos gobernar desde la oposición. ¿Olvidamos que le damos a Rajoy la mejor y mayor herramienta que tiene un presidente, que es convocar las elecciones cuando le dé la gana? ¿Y qué, va a permitir que le estemos destrozando el legado? ¡No hombre! Convocará elecciones, y a la gente no se le habrá olvidado [la abstención]”, argumentó. “No compremos hoy un respiro momentáneo al precio de ahogarnos en el futuro”, concluyó López. Su discurso fue uno de los más celebrados por los partidarios de mantener el no al PP.
Frente a esta tesis, el sector favorable a permitir un Ejecutivo del PP argumentó que el PSOE podría controlar al Gobierno en el Parlamento mientras ganaba tiempo para curar las heridas en carne viva del partido. “Si fuera por algunos partidos, estaríamos haciendo muchas más elecciones, repitiendo por tercera, por cuarta y por quinta vez, hasta que se demostrara que este sistema del que disfrutamos gracias a una Transición que consideran un candado, no sirve. Yo, como socialista, eso no puedo compartirlo”, razonó Susana Díaz.
La dirigente del PSOE-A, la federación socialista más poderosa, apeló al fin de las rencillas y a que triunfen los socialistas. “No somos ni buenos ni malos, ni de izquierdas ni de derechas”, concluyó, trasladando así que abstenerse no se reñía con los valores del PSOE. “Yo no creo que en este comité haya nadie más socialista que nadie. Rechazo el maniqueísmo, la simplicidad”, apuntó en este sentido Óscar López, uno de los defensores del no. “Nadie es más de derechas por defender la abstención. ¡Y nadie es un rojo radical por defender el no a Rajoy, no lo es!”, expuso el senador, al que la gestora ha relevado como portavoz en la Cámara alta.
“Lo que estamos aprobando es incumplir con nuestra palabra, y creo que el camino es la reconciliación con la izquierda, no asumir de una manera catastrófica para el partido una mala entendida responsabilidad”, defendió César Luena, secretario de Organización con Pedro Sánchez. “Yo no quiero a Rajoy como presidente del Gobierno de España”, dejó a su vez claro Guillermo Fernández Vara. El dirigente de Extremadura es el único presidente autonómico del PSOE que ha defendido en público la abstención como remedio a la falta de Gobierno.
Fernández Vara hizo hincapié en que en el congreso en el que PSOE elegirá a su secretario general, todavía sin fecha, los socialistas primero debatan “de ideas y, después, de personas”. “Porque si no debatimos de ideas dará igual que sea Pepe que Juan”, zanjó. “Hacéis todos los cálculos pragmáticos que queráis, pero con este cambio exprés lo que hemos perdido es la credibilidad”, reprochó al sector pro abstención José Antonio Pérez Tapias, exportavoz de la corriente Izquierda Socialista.
“¿De verdad creéis que para Rajoy esta legislatura va a ser un infierno?”, sostuvo Idoia Mendia. "Cuando estás en el Gobierno, mandas. Lo difícil es llegar (...) Vamos a estar desdibujados, sin liderazgo en la oposición. No vamos a ser fundamentales para nada”, expresó la secretaria general de los socialistas de Euskadi.
“Un partido que en realidad compite por una radicalidad de izquierdas con otro partido para liderar una minoría de izquierdas fragmentadas. Ese no es nuestro papel, el PSOE es otra cosa”, esgrimió Ramón Jáuregui, nombrado portavoz en el Parlamento Europeo en la actual etapa de transición de los socialistas. “Rivalizando con la izquierda seremos más radicales, ¡pero seremos menos fuertes porque hay menos izquierda, joder!”, sentenció.
Además de no compartir sus argumentos, Josep Borrell, expresidente del Parlamento Europeo, reclamó la consulta a la militancia. “La tradición histórica del PSOE hasta la Guerra Civil es de participación directa de los militantes en las decisiones importantes. La historia está escrita. Por favor, no la falseéis. Debían ser unos grandes podemitas, Javier, porque recurrían al voto directo de los militantes cada vez que había una decisión que tomar”, se refirió con ironía al presidente de la gestora, para quien el PSOE “se ha podemizado”.
“Un Gobierno de Rajoy no merece el dolor que estamos pasando”, reflexionó José Luis Ábalos, secretario general de la provincia de Valencia. Al revés que él, Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, declinó hablar. Tampoco lo hicieron Javier Lambán, de Aragón, y Emiliano García-Page, de Castilla-La Mancha.
Madina rebate a las “conciencias puras y perfectas”
Eduardo Madina no se considera “un hereje” por votar a favor de la resolución partidaria de la abstención al PP en segunda votación en el Congreso. “No contradice mi convicción con mi responsabilidad. Yo me estudié a fondo a Max Weber en la Universidad y no hay contradicción alguna en la existencia de ambos polos en mi votación”, apuntó.
"Claro que en origen éramos un partido asambleario, como todo el movimiento obrero. Hoy es distinto porque ha pasado un siglo", observó ante la solicitud de Josep Borrell de consultar a las bases. "¿Puede el sistema institucional español someterse a las conciencias puras y perfectas de algunos? Es un discurso muy de Errejón", rebatió a los partidarios del no al PP.
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