Una víctima permite desmantelar una red de explotación sexual en Málaga

“Me están obligando a prostituirme y a tomar sustancias”. Esta alerta de una víctima a través de una llamada al teléfono gratuito habilitado por la Policía para los casos de trata de personas (900 1050590) ha permitido desmantelar una red criminal que  explotaba sexualmente a mujeres a mujeres en Málaga. Los agentes han detenido a 21 personas y han liberado a cuatro de las víctimas, que vivían coaccionadas en los clubes de alterne y habían sido aleccionadas sobre lo que debían decir si eran preguntadas por la Inspección de Trabajo o las fuerzas de seguridad.

Una de las mujeres, de las que no ha trascendido la nacionalidad, estaba siendo explotada desde que era menor de edad. Las víctimas vivían en los cuatro prostíbulos investigados, a los que se daba una falsa apariencia de hotel para enmascarar la actividad ilegal. Se intentaba hacer ver que las mujeres estaban alojadas de manera habitual en las habitaciones de los establecimientos y, para hacer creíble la tapadera, eran obligadas incluso a firmar un contrato de hospedaje.

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El trato denigrante hacia ellas era constante. Según ha informado la Policía, eran obligadas a pagar las habitaciones a un precio muy superior al del mercado. Esto provocaba que los servicios sexuales que debían asumir para costearse los gastos fueran cada vez más numerosos, a todas horas y todos los días de la semana. No solo eran forzadas a prostituirse, sino a tomar drogas. Sus explotadores, además, se quedaban con la mitad del dinero conseguido con los clientes. Las jornadas eran “maratonianas”, según el término utilizado por los investigadores, y estaban sometidas a “un férreo y permanente” control por parte de los encargados de los clubes.

Después de la llamada de aviso de una de las víctimas, las pesquisas policiales concluyeron que se trataba de un grupo muy bien organizado, con un claro reparto de tareas. En la cúspide se situaba una mujer, que se encuentra entre los arrestados, que controlaba y dirigía los cuatro prostíbulos. Algunos de los miembros de la red adoptaban medidas de seguridad con el objetivo de evitar ser detectados por la Policía. La investigación ha determinado que el dinero obtenido de la explotación sexual era blanqueado a través de sociedades gestionadas por presuntos testaferros y desvinculadas, aparentemente, de los dirigentes del grupo criminal.

En el marco de esta operación han sido bloqueadas varias cuentas bancarias y se han intervenido propiedades de los implicados por valor de casi cuatro millones de euros. Además de los clubes de alterne, se ha procedido al registro de tres domicilios particulares ubicados en distintos municipios de la provincia de Málaga. Estas diligencias han permitido decomisar abundante documentación contable y anotaciones sobre los servicios de las víctimas, dispositivos electrónicos y teléfonos móviles de última generación. En uno de los inmuebles se localizó un arma de fuego corta, sustancias estupefacientes (cocaína, marihuana y hachís) y 6.461 euros en efectivo.

La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y de las comisarías de Málaga y Córdoba. También ha colaborado la Delegación del Ministerio de Trabajo y de la Seguridad Social en la provincia malagueña. Hace solo unos días, el pasado 18 de octubre, se celebró el Día Europeo contra la Trata para visibilizar el problema y concienciar sobre la necesidad de erradicar la explotación de mujeres y niñas. La Policía desarrolla desde 2013 un plan nacional contra este tipo de delincuencia que activó el número de teléfono gratuito 900 105 090  y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana. La denuncia es anónima y confidencial.