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Sin acuerdo sobre la ubicación de los grupos por los escaños de CDC

Los sitios que dejan libres los ocho diputados catalanes desatan una pugna por ocupar ese espacio

Francesco Manetto

Los ocho escaños que la antigua Convergència Democràtica de Catalunya ha dejado libres en la bancada central del hemiciclo han desatado una disputa entre los partidos, principalmente Podemos, ERC y el Grupo Mixto, por ocupar ese espacio. La Mesa del Congreso, que tenía que abordar este martes esa cuestión entre otras, no ha logrado todavía un acuerdo y ha aplazado su discusión a la reunión de la semana que viene. Los tres partidos quieren ocupar esos asientos y se han dado algunos días para intentar negociar el reparto.

Podemos sigue, según fuentes parlamentarias, en el centro de esa pugna, al igual que ocurrió el pasado mes de enero. Si en ese momento el PSOE y el partido de Pablo Iglesias se enfrentaron amargamente por la decisión de la Mesa, donde socialistas y Ciudadanos tenían mayoría, de enviar a sus 65 diputados al gallinero, a partir de la cuarta fila, ahora el origen del conflicto es otro.

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En esta legislatura, la antigua Convergència Democràtica de Catalunya no tendrá grupo parlamentario propio. La semana pasada el Congreso envió a sus ocho diputados al Grupo Mixto, lo que dejó un espacio vacío en la tercera fila de la bancada central del hemiciclo, entre los escaños que ocupaban Podemos y Ciudadanos. Se trata de un lugar al que aspiran varias formaciones por su visibilidad. Sobre todo, Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y el Grupo Mixto, en el que se integran Convergència y Compromís, que también quisiera aprovechar al menos una parte de esos asientos al tener 19 miembros y ser el quinto grupo de la Cámara baja.

Según esas fuentes, se produjo un acuerdo entre el PP, el PSOE, Ciudadanos, PNV y ERC para repartir esos ocho escaños. No obstante, Podemos, que todavía no ha dado a conocer su propuesta alternativa, impugnó esa distribución. Concretamente, Esquerra, con un grupo de nueve parlamentarios sentados en una misma fila, también aspira a mejorar su presencia en el hemiciclo al haberse convertido en el principal grupo parlamentario catalán esta legislatura.

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A esta circunstancia se añade un posible conflicto entre el PSOE y Podemos. Puesto que los socialistas tienen cinco escaños menos que en la anterior legislatura y la formación emergente dos más, también puede producirse una fricción entre estos dos partidos, ya que es previsible que el grupo de Unidos Podemos quiera que Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida y portavoz adjunto del grupo, se siente en un escaño visible junto con los principales portavoces.

El Congreso de los Diputados trataba de alcanzar los últimos acuerdos para ponerse en marcha aun con un Gobierno en funciones. La Mesa y la Junta de Portavoces de la Cámara baja abordaron algunos asuntos de funcionamiento del Parlamento.

La Mesa sí logró un acuerdo sobre el reparto de las dependencias y de las oficinas y la composición de la Diputación Permanente. Este órgano es necesario para que el Congreso comience a trabajar porque sustituye al Pleno cuando no se reúne en los periodos ordinarios de sesiones. La formarán 24 diputados del PP, 15 del PSOE, 12 de Unidos Podemos, 6 de Ciudadanos, 2 de ERC y 4 del Grupo Mixto y estará presidida por la presidenta de la Cámara baja, Ana Pastor. Los partidos lograron entenderse también sobre el número de asistentes parlamentarios, que aumentan en un 15% con respecto a la legislatura anterior. Los grupos se repartirán unos 270 asistentes para 230 diputados.

Presión sobre Pastor

Mientras tanto, aumentó la presión sobre la exministra de Fomento para que fije ya el debate de investidura. El PSOE y Podemos consideran que el presidente del Gobierno en funciones debe someterse al examen del Parlamento aunque no logre los apoyos necesarios para seguir en La Moncloa y reclamaron a la Cámara baja que comunique cuándo se va a celebrar esa sesión.

La prioridad para el PSOE consiste en que el líder de PP se avenga a presentarse a la investidura y que el Congreso la convoque, según ha destacado antes de participar en la Junta de Portavoces Isabel Rodríguez, secretaria adjunta del Grupo Parlamentario Socialista. “Tiene la responsabilidad constitucional”, recordó Rodríguez en relación con Pastor.

El Rey dio a Rajoy el encargo de intentar formar Gobierno hace 11 días y, en este contexto, los socialistas insisten en que el jefe del Ejecutivo no puede renunciar. “Es un deber constitucional. Una vez se asume el mandato del Rey, tiene que ir a la investidura y Rajoy tendrá que ir lo quiera o no”, agregó.

Podemos comparte la exigencia del PSOE y asegura que la situación de bloqueo institucional de las Cortes es una “anomalía”. “Creo que Rajoy está haciendo muchas cosas muy mal. Está utilizando las instituciones de nuevo para su propio beneficio”, recalcó Irene Montero.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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