Rivera urge a Rajoy a intentar la investidura la próxima semana
Ciudadanos se opone al “periodo de reflexión” que quiere abrir el PP
Albert Rivera urgió ayer a Mariano Rajoy a presentarse el martes al debate de investidura y criticó que el PP se plantee abrir un “periodo de reflexión” si el candidato constata que no cuenta con los apoyos necesarios tras entrevistarse hoy con Felipe VI.
“[Espero] que este jueves podamos tener fecha de investidura para la semana que viene”, argumentó ayer Rivera durante la reunión de su grupo parlamentario, en la que habló de la necesidad de que se ponga en marcha el descuento de dos meses tras el que es obligatorio convocar nuevas elecciones si ningún candidato logra llegar a La Moncloa. “Si Rajoy quiere gobernar, tendrá que decirle sí al Rey, y no volver a decirle no como en enero”, añadió. “Hay que moverse. Los gobiernos no caen del cielo”.
Ciudadanos se opone a que se abra un periodo de reflexión para que el candidato busque más apoyos. Primero, porque cree que Rajoy “no ha movido un dedo” durante el mes que ha transcurrido desde las elecciones. Segundo, porque si no hay votación de investidura no arranca el descuento de dos meses tras el que se convocarían nuevos comicios si no hay presidente. Y tercero, porque eso limita las opciones de que los Presupuestos de 2017 se aprueben en tiempo y forma —un gobierno en funciones no puede presentar el proyecto—.
Petición de comparecencia por los discos duros de Bárcenas
El PSOE y Ciudadanos pidieron ayer que Mariano Rajoy comparezca en el Congreso para explicar su relación con el procesamiento del PP por la destrucción de los discos duros que contenían, presuntamente, la información de la caja b del partido en la época del extesorero Luis Bárcenas.
Sin embargo, mientras que los socialistas esperarán a formalizar esa petición a que el auto sea firme, el partido de Albert Rivera aspira a que esa comparecencia sea "de motu proprio" y antes de que se convoque la votación de investidura.
“Sería un periodo incierto”, resumió Rivera en conversación con EL PAÍS. “Me pongo en su piel”, siguió. “Si yo tuviera 137 escaños, desde el primer día me pongo a buscar los apoyos, le digo sí al Rey, y si no salgo, no salgo”, resumió. “Lo que no puedo hacer es quedarme quieto, pedirle a los demás que me hagan todo el trabajo y no negociar la abstención del PSOE. Doy por hecho que no hará lo mismo que la otra vez [cuando declinó la investidura tras el 20-D]”.
Rajoy pretendía pronunciar su discurso de investidura el 2 de agosto, someterse a una primera votación el 3 —necesitaría 176 votos, mayoría absoluta— y en su caso a una segunda el 5 —le valdría con tener más votos a favor que en contra—. Ese calendario, según los cálculos del PP, permitiría tramitar el techo de gasto de las administraciones en agosto y que el Consejo de Ministros aprobara un proyecto de Presupuestos a finales de septiembre. Sin embargo, Rajoy no cuenta con los votos necesarios. Eso le aboca a perder la votación, como le ocurrió en marzo al socialista Pedro Sánchez. Y sus consejeros abogan porque no afronte la investidura hasta que la victoria sea segura. ¿Cómo romper el bloqueo?
La dirección de Ciudadanos está dispuesta a secundar a Ana Oramas, diputada de Coalición Canaria, en su proyecto de que toda la oposición se abstenga en la votación de investidura de Rajoy, favoreciendo así el inicio de la legislatura y compartiendo a partes iguales el desgaste de que el PP continúe al frente del Gobierno.
“Es una opción”, reconoció un miembro de la Ejecutiva de Ciudadanos. “El PSOE estaría muy cómodo. La resistencia, el problema, sería Podemos, pero igual habría que plantearlo para que se retrataran”.
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