El día de la marmota
La impresión general entre los corresponsales es de 'déjà-vu' y lasitud. Lo exnuevo es lo nuevo viejo
“Oye, ¿a ti se te ocurren temas?” En las últimas semanas, he oído esa misma pregunta cada vez que coincidía con otro corresponsal de prensa extranjera. No es muy normal. Lo normal, en los medios de comunicación, es que unas elecciones generales sean la oportunidad perfecta para poner el foco en un país extranjero. Las redacciones, incluso, mandan a enviados especiales para completar el trabajo de los corresponsales afincados en la capital, distribuirnos entre las sedes de los partidos, aportar una visión más fresca… o al menos hablar con peor acento.
En tiempos normales, durante una campaña, los corresponsales por fin tenemos espacio para explicar con detalle el país que creemos conocer. Unas elecciones suelen ser el mejor momento para colocar los artículos que no conseguimos vender desde hace meses. Un mercadillo de crónicas, ¡un wallapop de reportajes! Lo normal, en campaña, no es buscar temas, ¡sino alegrarse de que por fin haya sitio donde exponer las historias acumuladas! Pero con esta falsa segunda vuelta, nada de lo normal está ocurriendo.
“Unas elecciones sirven para hacer la radiografía de un país”, me confirma mi homólogo en una radio francesa. “¡Pero ya lo hicimos hace siete meses!”. Miro mis archivos. En diciembre hablé del paro que baja y de los trabajadores pobres que aumentan; comenté la irrupción de Podemos y la transformación de Ciudadanos; escribí sobre el auge de las tertulias y el interés por Venezuela…
Desde un medio audiovisual con el que colaboro, me avisan: “Esta vez, te las apañas, ¡no pensamos enviar a nadie! Además, tenemos el Brexit dos días antes, un referéndum local en Francia el mismo día… y, si no lo hacen demasiado mal, ¡un partido de la selección!”. Y yo con mis elecciones del día de la marmota…
Seamos justos: igual hay novedades más allá de himnos en versión merengue y programas de Ikea. A lo mejor Unidos-Podemos supera al PSOE… Lo mismo ese sorpasso favorece una continuidad del PP, ya que los barones socialistas no parecen muy a favor de ayudar a Pablo Iglesias a mudarse a La Moncloa… Lo cuento a un jefe en Francia. Me interrumpe: “El PP y el PSOE, más o menos sabemos lo que es. Pero los otros, nos lo tienes que recordar, que nos pilla muy lejos”.
Voy a tener que repetir lo narrado en diciembre. La impresión general entre los corresponsales es de déjà-vu y lasitud. “¡Pues te ocurre lo mismo que a nosotros!”, me diagnostica un compañero español. Y tanto. Según el CIS, el 81% de los españoles decís que la situación política es peor o igual que hace un año, es decir, en los viejos tiempos del bipartidismo. Lo exnuevo es lo nuevo viejo. Ya está, se me ha ocurrido un tema.
Mathieu de Taillac es corresponsal en España de Le Figaro y Radio France. @mathieudt
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