El juez archiva la causa contra Íñigo Errejón por su contrato en la Universidad de Málaga
La fiscalía ya había pedido que se desestimara la denuncia por estafa que presentó Manos Limpias
El juez ha archivado de forma provisional la causa abierta contra el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, por una querella presentada por Manos Limpias a raíz de su relación con la Universidad de Málaga. Esta organización acusó al dirigente del partido emergente de estafa por un contrato de investigación que le vinculó a ese centro entre marzo y diciembre de 2014, cuando ya existía la formación de Pablo Iglesias. Errejón percibió 1.825 euros brutos al mes —unos 1.600 netos- para realizar un trabajo sobre política de vivienda financiado por la Unión Europea (80%) y la Junta de Andalucía (20%). Errejón no residía en Málaga, aunque el director del proyecto, Alberto Montero, también cargo de Podemos, le autorizó verbalmente para realizar la investigación desde Madrid.
El Juzgado de Instrucción 13 de Málaga ha acordado el sobreseimiento de las actuaciones de Manos Limpias después de que la fiscalía solicitara el sobreseimiento provisional "por no resultar debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de esta causa", informa Efe. El criterio del fiscal se basa en un auto del Tribunal Supremo que en abril archivó otra querella de Manos Limpias contra Errejón por su contrato y contra Iglesias por la financiación de Podemos. El director de la campaña electoral del partido achacó el expediente a "una campaña de difamación de algunas de las caras más visibles de Podemos".
La Universidad de Málaga suspendió el 4 de diciembre de 2014 de forma cautelar de empleo y sueldo a Errejón mientras estudiaba si incumplió sus obligaciones laborales y la Ley de Incompatibilidades de la Administración Pública al simultanear su contrato con su labor en el partido. Aquel proyecto de investigación lo dirigía como profesor de Economía Aplicada el ahora cabeza de lista de Podemos al Congreso de los Diputados por Málaga, Alberto Montero, al que también se le abrió expediente disciplinario y para el que se propuso un apercibimiento por falta leve.
En el caso de Errejón se planteó la inhabilitación para trabajar en la Universidad de Málaga en proyectos investigadores de similares características al que motivó el expediente. El instructor del expediente argumentó que Íñigo Errejón cometió dos "faltas disciplinarias" por "no haber desarrollado su trabajo conforme a los términos y cláusulas" establecidas en su contrato y "no haber solicitado la compatibilidad para el ejercicio de actividades privadas desarrolladas durante su vigencia".
El contrato de Íñigo Errejón con la Universidad era para el estudio La vivienda en Andalucía: diagnóstico, análisis y propuestas de políticas públicas para la desmercantilización de la vivienda", financiado por la Junta andaluza y se estipuló un sueldo de 1.825 euros brutos al mes por 40 horas semanales. Para su puesto se fijó un perfil que exigía ser doctor en Ciencias Políticas y a la convocatoria únicamente concurrió Errejón, que ganó el contrato en marzo del 2014.
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