Sánchez y Díaz unen sus esfuerzos ante el avance sostenido de Podemos
Los dos no ahorrarán gestos que muestren la unidad del PSOE ante la pujanza del partido de Pablo Iglesias
Unidos en la adversidad. Esta es la actitud con la que el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta andaluza, Susana Díaz, afrontan la campaña electoral en un clima político desfavorable para su partido. Los dos no ahorrarán gestos que muestren la unidad del PSOE ante la pujanza de Podemos en todas las circunscripciones y la inmutabilidad del PP en la primera posición. Las cuitas internas han pasado a un plano secundario y más desde el procesamiento de los expresidentes andaluces Chaves y Griñán.
Cuando los dirigentes socialistas rememoran la situación del partido seis meses atrás, al afrontar la campaña para las elecciones del 20 de diciembre, concluyen que ahora la tensión y la preocupación es mucho mayor pero también, para contrarrestar, la movilización del partido es superior. Las encuestas se empeñan en situar al PSOE con el agua al cuello con Podemos pisándoles los talones o superándoles, según distintos estudios.
Sin necesidad de explicitar que la rencilla interna por el liderazgo del PSOE queda fuera del plano político, los barones territoriales socialistas preparan la campaña con la dirección federal y el equipo de Pedro Sánchez y, Susana Díaz, presidenta de Andalucía, se ha puesto en primer lugar para tirar del carro, indican en fuentes socialistas.
Si este clima es así desde hace no menos de dos semanas, la necesidad de unidad se acrecentó en las últimas horas después del procesamiento de los expresidentes de Andalucía y del PSOE, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. La campaña del PP y de Podemos contra los socialistas por el caso de los ERE será tan intensa en Andalucía como en el resto de España.
“Me voy a dejar la piel para que el partido saque un magnífico resultado”, repite la presidenta andaluza, cuya campaña comenzó hace mes y medio. Andalucía se mantiene como el principal bastión de los socialistas y volverá a llevar a las Cortes la representación más nutrida del partido del puño y la rosa pero Díaz y su equipo no están en absoluto tranquilos. El avance de la coalición Unidos Podemos también se refleja en esa comunidad autónoma, siempre según las encuestas. Pero no solo. Sí hay preocupación en la mayoría de los comités de campaña del PSOE, también en Andalucía.
En este contexto de alarma, la pacificación o tregua ha llegado de manera natural, señalan los interlocutores consultados. Susana Díaz y Pedro Sánchez aparecerán juntos mucho más que en la campaña anterior en la que coincidieron en un par de actos en los que incluso evitaron que sus miradas se cruzaran. Tanto Díaz como Sánchez no han tenido ahora la menor dificultad para acordar actos conjuntos, aunque Sánchez en solitario tendrá también su propio periplo andaluz sin que moleste al partido en Andalucía. Esa buena disposición no siempre ha sido así.
Pero ahora, cuando el temor a que el PSOE pueda quedar en una posición irrelevante en el tablero político español, se ha producido un cierre de filas desconocido.
Cierre en Sevilla y Madrid
Quizá lo más llamativo es el cambio radical en las actitudes de Sánchez y Díaz, y habrá muchas ocasiones de comprobarlo. Una significación especial tendrá el fin de campaña de los socialistas. Como ocurriera en tiempos del candidato Felipe González habrá un doble cierre: Sevilla-Madrid. En la primera, el líder del PSOE y la presidenta andaluza estarán juntos por la tarde en un acto multitudinario y ya por la noche Sánchez se trasladará a Madrid.
Otro dato significativo se dará en el arranque de campaña en la medianoche del día 9. Pedro Sánchez abrirá en la Plaza de Zerolo de Madrid, nombre con el que se rebautizó ese lugar en mayo del año pasado en homenaje al que fuera secretario de Movimientos Sociales del PSOE y uno de los principales activistas del movimiento LGTB.
La celebración del primer acto oficial de campaña coincidirá con el primer aniversario de la muerte del concejal gay, amigo personal de Pedro Sánchez. Con este gesto, el PSOE busca reivindicar su defensa de los derechos sociales y civiles que tuvieron su expresión en los gobiernos de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero, respectivamente. Fue Zapatero quien aprobó en 2005 el matrimonio entre personas del mismo sexo, además de la Ley de Dependencia. El candidato socialista invocará la gestión de los gobiernos socialistas; ya lo hizo en la anterior campaña.
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