Rehabilitar la nueva sede de Exteriores costará 69 millones
El Gobierno asegura que se ahorrará 9,5 millones al año en alquileres de edificios
La rehabilitación de la nueva sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, en la madrileña plaza del Marqués de Salamanca, costará 69 millones de euros, según la programación presupuestaria plurianual aprobada el pasado viernes por el Consejo de Ministros.
El edificio, antigua sede del Instituto Nacional de Industria (INI), tuvo que ser evacuado en 2004 tras detectarse emanaciones de gas naftaleno, supuestamente procedentes de la cubierta. Las obras, que está previsto concluir en 2018, permitirán disponer de una superficie construida de 50.455 metros cuadrados, que albergarán a 1.214 empleados públicos, así como salones de actos, un centro de proceso de datos, una sala de crisis, una zona de atención al público y una guardería para 50 niños.
Las obras, que podrían iniciarse “de forma inmediata”, según el Gobierno, ya que se dispone de la preceptiva licencia del Ayuntamiento de Madrid desde febrero y tendrían una duración de 30 meses, las ejecutará la empresa Tragsa, propiedad de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales).
Exteriores asegura que el coste de la rehabilitación se compensará con el ahorro de los alquileres de los edificios ahora arrendados en las calles Serrano Galvache y Ruiz Alarcón de Madrid. En concreto, se cifra dicho ahorro en 9,5 millones de euros anuales, aunque según datos facilitados en 2013 sus arrendamientos ascendían a 6,5 millones y 900.000 euros, respectivamente. También se quiere ubicar en la nueva sede de Exteriores la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), en el Paseo de Recoletos.
Una fuente adicional de ingresos sería la venta de un solar en la madrileña calle Padre Damián, que Exteriores adquirió hace años para construir su nueva sede, un proyecto desechado hace tiempo.
Si las obras se inician antes de que haya nuevo Gobierno, el ministro José Manuel García-Margallo habrá logrado coronar varios proyectos que acariciaron sus antecesores: de la Ley de Acción Exterior al reglamento de la carrera diplomática o la remodelación del palacete de la plaza Marqués de Salamanca. Aunque la proximidad de la cita electoral impedirá a Margallo hacerse la foto de la colocación de la primera piedra. Al menos, hasta después del 26-J.
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