El abogado de la Infanta niega haber propuesto un encuentro al juez Castro

El abogado de la infanta Cristina en el caso Nóos, el expolítico Miquel Roca, ha emitido un comunicado este sábado en el que niega las afirmaciones del juez José Castro en las que señaló que este, a través de un miembro de su equipo, le pidió una entrevista secreta en el marco de la instrucción.

Castro, instructor del caso, envió un escrito al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que investiga la causa por extorsión sobre Manos Limpias y Ausbanc, para informarle de esta proposición realizada en 2013 cuyo objeto, según el juez, era tratar la situación procesal de la hermana del Rey, investigada en el caso de los presuntos negocios irregulares de su marido, Iñaki Urdangarín.

Roca declara en su comunicado que “nunca, ni directa ni indirectamente” ha propuesto ninguna entrevista "secreta y confidencial" a Castro. Según su versión, cuando se hizo cargo de la defensa de la Infanta, “en cumplimiento de una costumbre de buena práctica judicial” trasladó a Castro a través del abogado Jaume Riutord que se ponía a su disposición “para cualquier diligencia judicial”. “No hubo ninguna petición de entrevista ni tenía ningún sentido procesal”, afirma.

En ese sentido, considera “sorprendente e inexplicable” la aparición en este momento de “informaciones en las que se hace referencia a una situación que nunca se produjo”.

En su carta, Castro se ofreció a Pedraz como testigo en las diligencias que sigue contra un responsable de Manos Limpias si consideraba de interés la conversación que había mantenido con el miembro del despacho de Roca en un momento en que debía decidir si convocaba o no a Cristina de Borbón para prestar declaración como imputada, cosa que finalmente hizo el 7 de enero de 2014.

Semanas antes de que Castro emitiese el auto, el letrado Riutord, con el que “mantenía fluidas relaciones”, pasó “en dos o tres ocasiones” con el objeto de “intentar obtener una primicia informativa”. En la última de esas visitas, según Castro, el abogado le transmitió que Roca le proponía una reunión. “El lugar”, dice en el escrito, “sería una finca”, garantizándole con insistencia “que estaría al abrigo de periodistas y fotógrafos”. Castro, que pensó en grabar la conversación, le ofreció reunirse en su despacho "y en horas de audiencia". “De la respuesta del señor Roca nunca más se supo”, asegura el juez.