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Exculpados los 28 activistas de Greenpeace que pintaron El Algarrobico

Una juez archiva la causa al constatar que el hotel será demolido tras indicarlo el Supremo

J. Martín-Arroyo
Acción de Greenpeace en 2014 para pintar de negro el hotel El Algarrobico.
Acción de Greenpeace en 2014 para pintar de negro el hotel El Algarrobico.

Una juez ha archivado la causa abierta a 28 activistas de Greenpeace por pintar con pintura negra y protestar contra el hotel de la playa de El Algarrobico de Carboneras (Almería) en 2014. La juez aclara que, dado que el hotel será demolido, quedan anulados los desperfectos causados al pintar la fachada de negro con las palabras "hotel ilegal". El Juzgado de Instrucción 1 de Vera ha sobreseído esta causa tras apoyar el fiscal el archivo y, por tanto, ha suspendido las declaraciones de los activistas como investigados por un delito de daños.

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El pasado febrero, el Tribunal Supremo condenó a la desaparición al hotel, símbolo de la destrucción del litoral, al determinar que el edificio se levantó en una zona donde no se podía construir y que el terreno es propiedad de la Junta de Andalucía. Esta destrucción del hotel, avanzada por el alto tribunal y que pagarán a medias el Gobierno central y la Junta de Andalucía, está recogida en el reciente auto del juez: "El hotel está condenado a su demolición, por ser el único modo de restablecer la legalidad urbanística al ser el edificio ilegal e ilegalizable". 

La juez Juana María Gómez aclara que el delito de daños requiere destruir o menoscabar una cosa ajena, y los activistas no buscaban "dañar la propiedad ajena, sino una forma de protestar". La magistrada subraya que los miembros de Greenpeace consideran el hotel, "al igual que un sector amplio de la población, un grave atentado contra el medio ambiente y los recursos naturales", y en este caso prima el exponente simbólico frente al material.

Greenpeace ha destacado su satisfacción por el archivo de la causa abierta por una "acción pacífica" en el hotel de El Algarrobico.

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Sobre la firma

J. Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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