Rajoy insiste en la gran coalición, pero retrasa su llamada a Sánchez
El presidente espera un "gesto" del líder socialista y la consulta de Podemos a sus bases. El PP rechaza negociar sobre el pacto entre el PSOE y Ciudadanos
El líder del PP, Mariano Rajoy, insistió este sábado en la gran coalición durante su primera intervención pública tras la fallida reunión a tres entre el PSOE, Podemos y Ciudadanos. “Es lo único viable”, afirmó este sábado en Barcelona. El PP anunció el pasado 3 de marzo que Rajoy llamaría a Pedro Sánchez, pero el presidente en funciones sigue retrasando esa llamada y fuentes del partido y del Gobierno indican que antes el líder socialista debe hacer “un gesto” de voluntad negociadora. El presidente en funciones rechaza dialogar sobre el documento del pacto entre el PSOE y Ciudadanos y cree que lo más probable es que se repitan elecciones.Los socialistas están dispuestos a reunirse con el PP si Ciudadanos se lo pide, pero no darán sus votos a Mariano Rajoy para que sea presidente del Gobierno.De ese modo, ambos bloquean cualquier opción de dejar gobernar al otro.
El PP celebra el fracaso de la negociación entre el PSOE, Podemos y Ciudadanos y tres meses y medio después insiste en la propuesta que Mariano Rajoy lanzó al día siguiente de las elecciones: la gran coalición. Creen que el pacto entre Pedro Sánchez y Rivera se ha diluido definitivamente y que esa “derrota” avala su propuesta, aunque saben que los vetos mutuos dificultan cualquier acuerdo. Por un lado, el comité federal del PSOE aprobó una resolución en la que prohíbe expresamente al líder socialista negociar con el PP y con Rajoy. Y por otro, el líder popular rechaza negociar sobre el pacto entre Sánchez y Rivera, que considera una “voladura” a toda su obra de la pasada legislatura. “Esa propuesta ha sido derrotada en las Cortes Generales. Ahora lo que está en vigor aquí es la propuesta del PP. Y si quieren, estamos dispuestos a hablar”, declaró Rajoy este sábado en un acto en Barcelona.
Como viene haciendo en las últimas semanas y sobre todo, después de que le pidiera que se marchase, el presidente en funciones colocó al partido de Rivera en un papel secundario. “Y si se quiere incorporar Ciudadanos, cuyos votos no deciden, nosotros encantados, pero la aritmética es la que es”, dijo. El PP desmintió hace unos días en un comunicado haber ofrecido una vicepresidencia a Rivera. Lo hizo un mes después de que el vicesecretario de Sectorial del partido, Javier Maroto, asegurase que si el líder de Ciudadanos la quería, el PP “no tendría ningún problema en aceptarla”.
Rajoy insistió en que su oferta de gran coalición con el PSOE es la mejor opción y que cualquier otro pacto pondría en riesgo la recuperación económica. Pero el presidente en funciones, según fuentes del Gobierno, sigue pensando que el escenario más probable es que en junio se repitan elecciones por falta de acuerdos. El propio Rajoy admitió este sábado en Barcelona que el mensaje del atril desde el que pronunció su discurso — “España en serio”—, era el mismo lema del PP en la pasada campaña y anunció que las medidas que está proponiendo estos días —como que la jornada laboral termine con carácter general a las 18.00 o cambiar el huso horario— se incorporarán a su programa electoral si se repiten los comicios en junio.
Albiol: "Podemos se financia con dinero manchado de sangre"
Albiol festejó esa querella en público durante su intervención en la convención del PP sobre fortalecimiento institucional. “Cuando digo las cosas, las digo porque las creo y las mantengo. De confirmarse que Venezuela ha financiado a Podemos, Podemos se está financiando con dinero machado de sangre porque allí se dan palizas a los miembros de la oposición del Gobierno de Venezuela”, insistió. “No es la primera querella que me ponen por defender lo que creo y lo voy a defender con la cabeza bien alta”.
Rajoy, que intervino justo después de Albiol, agradeció su “arrojo, coraje, determinación, ganas, valentía y personalidad”.
La consulta de Podemos
Por todo esto, el líder del PP no tiene prisa en llamar a Pedro Sánchez, pese a que el partido anunció esa llamada hace más de un mes. No prevén movimientos si el líder socialista no hace un “gesto” de voluntad negociadora y prefieren esperar a conocer el resultado de la consulta de Podemos a sus bases, prevista para el 14 al 16 de abril.
Mientras, Rajoy ha organizado actos de partido cada semana para desgranar su oferta de pactos al PSOE y responsabilizar al líder socialista de una eventual nueva convocatoria de elecciones. El PP propuso cinco acuerdos genéricos sobre empleo, Estado del bienestar, unidad de España, lucha antiterrorista y corrupción. Por cada una de esas propuestas los populares organizan una convención, salvo la corrupción, asunto que en principio iba a incluirse en el acto de este sábado, pero que quedó diluido por el mensaje ante el desafío soberanista catalán. “Haré todo lo necesario para que ningún catalán se sienta desprotegido. No se va a permitir ninguna quiebra a la soberanía nacional. La ley está por encima de los parlamentos, de cualquier Gobierno, de cualquier presidente”, añadió, refiriéndose a la moción aprobada esta semana en Cataluña que reivindica la vigencia de la declaración independentista anulada por el Tribunal Constitucional.
La vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, ofreció a “las fuerzas constitucionales” un “diálogo sincero y leal” para garantizar la unidad de España. La secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, como Rajoy, reivindicó las cesiones de la Transición y criticó la estrategia de Sánchez: “Estamos hartos de tanto ego superlativo, tanto egoísmo, tanto interés partidista y tantas fotos que no van a ninguna parte”. La número dos del PP aludió a “las reuniones públicas, secretas y ultrasecretas” del líder socialista con los independentistas y le acusó de querer ser “presidente a toda costa”. “El PP no se va a sentar en una mesa en la que se ponga en tela de juicio la unidad de España”, añadió.
Rajoy también aprovechó el acto de Barcelona para confirmar que está dispuesto a “seguir dando la batalla” política, aunque haya “otras actividades probablemente más tranquilas”, como la de registrador de la propiedad. También reivindicó “las ideas y principios” del partido en el mismo día en que Esperanza Aguirre difundía el primer capítulo de su libro (Yo no me callo, editorial Planeta) en el que critica la indefinición del PP y avisa a su líder de que un dirigente sin ideología es como “un pollo sin cabeza”.
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