Al menos cien personas desaparecen cada año en España
Los secretarios de Estado de Seguridad, Asuntos Sociales y Justicia firman un acuerdo
El pasado miércoles fue un día negro en el inquietante mundo de los desaparecidos. Un lugar casi invisible, envuelto por una atmósfera de sufrimiento y desesperación, que cada año registra entre 10.000 y 14.000 denuncias, de las que se resuelven la mayoría, aunque anualmente acumula un centenar de nuevos habitantes en España, "personas que no se localizan nunca". Las últimas cifras, de 2013, las ha dado el Ministerio del Interior y hablan de "3.100 búsquedas activas". El miércoles encontraron en el río a Brais Bogo Braña, un estudiante de Biología de Santiago de Compostela de 24 años. También apareció Luis Paz, de 50 años, en el maletero de su coche. Y Carmen Rosa, de 49, que estaba haciendo senderismo en Bandama (Gran Canaria) con su madre y su hermana cuando se le perdió la pista. Todos muertos.
Tres secretarios de Estado —de Seguridad, Francisco Martínez; de Asuntos Sociales, Susana Camarero; y de Justicia, Carmen Sánchez-Cortes— respondieron el jueves a una histórica demanda de las familias de desaparecidos al firmar un convenio con la Fundación Europea por las personas desaparecidas QSDGlobal, presidida por Paco Lobatón, el presentador de aquel legendario programa de televisión, Quien Sabe Dónde, que dio voz a los habitantes de ese triste y corrosivo mundo.
Quieren que exista un informe anual que dé cuenta de ese siniestro censo, quieren que se mejoren los sistemas de búsqueda y una mayor coordinación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, quieren mayor atención a las familias que deambulan como almas en pena a la espera de un hallazgo, una noticia, una pequeña señal que alimente su esperanza de encontrar a su ser querido, quieren una mayor implicación de las instituciones y de la sociedad en su conjunto. En definitiva: quieren ser visibles, como dijo Lobatón, firmemente comprometido con esos objetivos.
Menores y ancianos
El jueves se avanzó en esa dirección, después de que en 2013 se constituyera una comisión espacial del Senado sobre esta problemática, que cada vez afecta más a menores como Paco Molina, de 16 años, que supuestamente cogió un autobús en Córdoba hacia Madrid hace nueve meses y del que no hay ni rastro desde entonces. Y ancianos, como Consuelo Vinuesa, de 78 años y con alzhéimer, que desapareció el pasado 27 de marzo en Martorell. Son una media de 45 casos anuales los de personas mayores que desaparecen en España y son encontradas muertas a escasos kilómetros de su casa, "de frío, por no tomar la medicación", explican desde la fundación.
La fundación QSDGlobal prevé incorporar todos los avances tecnológicos y de investigación científica al servicio de las búsquedas y la prevención de riesgos de desapariciones. Para ello quiere implementar una multiplataforma operativa de servicios de última generación que permita realizar llamamientos, coordinar la acción ciudadana, utilizar mecanismos de geolocalización y reconocimiento de imagen y voz, contenidos audiovisuales semiautomáticos, así como canales de consejos para la prevención, de suscripción de voluntarios solidarios, cápsulas multimedia para la comunicación y formación, y otros servicios que permitan fortalecer las acciones de búsqueda, prevención y coordinación.
Con este convenio marco se pretende "planificar y desarrollar iniciativas, estudios, informes e investigación, dispositivos y cualquier otra actuación en temas de interés común que ayuden a conocer mejor y resolver las circunstancia que rodean a las personas desaparecidas, así como el intercambio de información y asesoramiento mutuo para actuar de manera coordinada".
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