Juncker pide a España un Gobierno “estable y lo antes posible”
El presidente de la Comisión Europea espera que "España esté a la altura"
Solo cuatro de los 34 miembros del club de los ricos —la OCDE, con sede en París— tenían en 2012 un Gobierno que disfrutara de una mayoría absoluta en el Parlamento. España era uno de ellos. Pero las mayorías absolutas están menguando en todo el mundo: el noble arte de gobernar hoy depende de la habilidad de formar y mantener una coalición. España no tiene apenas tradición y eso puede alargar la formación de Gobierno, incluso provocar nuevas elecciones y agravar la creciente preocupación en Bruselas por la inestabilidad en la cuarta economía del euro, más aún con las incógnitas que deja el proceso secesionista en Cataluña. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha vuelto a caminar con pies de plomo sobre esa situación. Ha apuntado este viernes que quiere "un Gobierno estable".
El presidente de la Comisión Europea ha añadido que espera la formación de Gobierno en España "lo más rápidamente posible", pero ha reiterado que no quiere interferir en "la composición concreta" de ese Gobierno. Y en una larga comparecencia ante la prensa, en la que ha hablado de la crisis económica, de refugiados, de terrorismo y los conflictos con Polonia y Reino Unido que se avecinan, ha rehusado hacer comentarios sobre "movimientos en ciertas regiones", en referencia inequívoca a Cataluña.
Juncker ha dejado para el final de su intervención una frase extraña, difícil de interpretar: la rapidez en la formación de ese Gobierno estable obedece a que España "forma parte de la eurozona", lo cual sugiere que Juncker puede estar preocupado por las interferencias entre la inestabilidad política en España y la frágil, lenta y desigual recuperación de la zona euro. "Quiero que España esté a la altura", ha dicho el jefe del brazo Ejecutivo de la Unión, cuando aún no se ha cumplido un mes desde las elecciones.
No está claro a la altura de qué: Bélgica, otro de los miembros fundadores de la eurozona, superó a Camboya en 2011 al lograr la marca mundial de tiempo en que un país ha estado sin Gobierno: 541 días de parálisis, un año y medio sin Ejecutivo. "A pesar de esa absurda y teóricamente devastadora crisis de Gobierno, la sociedad y la economía siguieron adelante y tuvieron un comportamiento equiparable al de sus vecinos europeos", recuerda Moisés Naím en El fin del poder. Bélgica creció incluso más que España en ese periodo, en el que se estaba gestando el rescate bancario español.
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