Los partidos miden fuerzas en sus mítines centrales

Las principales formaciones políticas midieron ayer fuerzas en sus mítines centrales, unos actos clave para tomar el pulso de los simpatizantes y exhibir fortaleza antes de la recta final de la campaña electoral. PP, Ciudadanos y Podemos estuvieron en la Comunidad de Madrid, mientras que el PSOE e Izquierda Unida (IU) eligieron Valencia. Como es habitual, hubo duelo de cifras, pero en esta ocasión, por vez primera, fueron las dos formaciones emergentes las que concitaron mayor interés. Cada una reunió en la capital a unas 10.000 personas.

El PP escogió Las Rozas para dar inicio a su traca final contra Albert Rivera, el líder del partido que más votos puede morderle, y para atemorizar al indeciso, a solo siete días de las elecciones. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la líder de los populares en la capital, Esperanza Aguirre, se emplearon a fondo en ambas misiones. Cristina Cifuentes, que gobierna en Madrid con el apoyo del partido de Rivera, dedicó sus ataques a Podemos y al PSOE. Lo hicieron desde una plaza de toros con un aforo de 4.300 personas. Pero, pese a los autocares traídos de fuera, les costó llenar y se quedaron muchos asientos sin ocupar. La propia Aguirre confesó que estaban “muy agobiados” por las calvas que se apreciaban en las gradas apenas cinco minutos antes del inicio del mitin.

El candidato popular anunció que entre el público estaba Leopoldo López Gil, padre del líder político encarcelado en Venezuela al que el Gobierno acaba de conceder la nacionalidad española. López Gil sonrió desde la arena con una bufanda azul del PP envuelta al cuello.

En la víspera del cara a cara que mantendrá esta noche con Rajoy, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, realizó en Valencia, comunidad que ha recuperado tras 20 años de Gobiernos del PP —Ximo Puig fue investido presidente con el respaldo de Compromís y parte de Podemos—, la mayor demostración de fuerza en lo que va de campaña. Pedro Sánchez llenó el pabellón de la Fonteta de Sant Lluís, con un aforo para más de 8.000 personas, donde reclamó su condición de único candidato presidenciable de la oposición. Para ello apeló al rol y al legado del PSOE como “partido de Gobierno”, frente a la falta de experiencia de los partidos emergentes.

“Agradezco el frente anti PSOE que han montado entre PP, Ciudadanos y Podemos, porque demuestra que estas elecciones son cosa de dos”, afirmó entre los gritos de “¡Pedro, presidente! con que le jaleó el público al ritmo que marcaban unos tambores. Previamente, Bajoqueta Rock y la Unión Musical Socialista se encargaron de caldear el ambiente. La banda del partido tocó, a golpe de clarinete y otros instrumentos de viento, el himno del PSOE y varias canciones populares. La intervención de Sánchez se siguió en directo desde otros mítines del PSOE celebrados por todo el país. Ferraz calculó en 35.000 los militantes a los que llegó la intervención del secretario general del PSOE en su acto más multitudinario.

Los principales objetivos de PP y PSOE celebraron sus actos más concurridos en Madrid. Podemos congregó, según la formación, a más de 10.000 personas en La Caja Mágica, donde solo se apreciaron unos pocos claros en medio de un ambiente festivo —animado hasta por villancicos podemistas— que tuvo a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, como protagonista. Los asistentes al acto electoral consiguieron entrar tras guardar colas kilométricas.

Ciudadanos también reunió, según la organización, a una cantidad parecida de simpatizantes. Y lo hizo abarrotando las gradas del Palacio Vistalegre de la capital, agotando el aforo de ese espacio, que estaba acotado para la ocasión. La elección del lugar es significativa porque la formación de Rivera quiso disputarle a Podemos la pertenencia simbólica de ese espacio. Fue allí, en octubre de 2014, donde los de Iglesias celebraron su asamblea fundacional. Alrededor de 2.000 personas se trasladaron en 50 autobuses desde Andalucía, Aragón o Cataluña. Los otros 8.000 espectadores hicieron cola desde las nueve, combatiendo el frío de Madrid con chocolate caliente y pastas.

Alberto Garzón, candidato de UP-IU, llamó contra el voto útil desde el polígono de El Cabanyal, en Valencia, ante más de dos millares de personas. Su acto más multitudinario fue el de Zaragoza, el pasado viernes, con casi 3.000 asistentes.

Con información de N. Junquera, J. Marcos, F. Manetto, J. J. Mateo y E. García de Blas.