La Fiscalía española investiga el ataque a la Embajada de Kabul
La “investigación, detención y el juicio de los responsables” del atentado queda en manos de las autoridades afganas
La “investigación en curso” sobre el atentado del pasado viernes en la Embajada de España en Kabul que costó la vida a dos policías españoles —además de a dos agentes afganos y dos civiles— se centra ahora en dilucidar “la intencionalidad del ataque”, como reafirmaron los miembros del Pacto Antiyihadista reunido de urgencia en la tarde del sábado en el ministerio del Interior. Según fuentes del Ministerio del Interior español, “al haber víctimas españolas y haber sucedido los hechos dentro de nuestra cancillería, se ha remitido oficio a la Fiscalia de la Audiencia Nacional por parte de la Comisaria General de Informacion de la Policia Nacional”.
Supuestamente, según las mismas fuentes, “Ia Fiscalía se querellará y policia hará la investigación correspondiente, sin perjuicio de que tratándose de otro país son las autoridades de dicho país las que investigarán y, en su caso, podrán detener y juzgar a los responsables en su territorio. Es decir, aunque la justicia española tenga jurisdicción, es evidente que lo que sucede en otro país se investiga y se juzga preferentemente en dicho país”, han explicado.
Por su parte, la Fiscalía confirmó este domingo que ha abierto diligencias de investigación previas a la previsible presentación de una querella en los próximos días. La Ley Orgánica del Poder Judicial otorga a los tribunales españoles –en este caso a la Audiencia Nacional– la competencia para investigar los delitos de atentado cometidos fuera del territorio nacional “contra autoridades y funcionarios públicos españoles” y también los delitos de terrorismo “cuando el delito se haya cometido contra instalaciones oficiales españolas, incluyendo sus embajadas y consulados”.
El Gobierno asumió el sábado que lo ocurrido era un “atentado contra España” porque había afectado de lleno a intereses españoles, “los más valiosos, las vidas humanas”, en palabras del ministro Jorge Fernández Díaz. Pero matizó que no era la embajada de España el objetivo de los terroristas, sino un pequeño hotel (Guest House) cercano en el que solían albergarse ciudadanos americanos, según las informaciones que les facilitaron las autoridades y la policía afganas.
Los documentos del Gobierno afgano
El Gobierno afgano, en la página web de su Ministerio del Interior, colgó dos informes que han sido recogidos por la policía española. Uno, el único en el que se menciona a la Embajada española, es un reporte diario del “Departamento de Operaciones Especiales” referido al mismo día de los hechos. Se refiere a “un atacante suicida que se ha detonado con explosivos en la puerta de la Aziz Bank Guest House, al lado de la embajada española. Al mismo tiempo, otros atacantes suicidas han entrado dentro de la Guest House”. Constata cuatro muertos y un herido, además de dos muertos y otro herido entre los supuestos atacantes y advierte de que “el ataque continúa”.
El otro, con fecha de 12 de diciembre, al que el gobierno español atribuye carácter “oficial” -aunque se desconoce si fue ese documento el que sirvió de base al ejecutivo español para explicar lo ocurrido-, dice: "Un grupo de suicidas atacó una Guest House en el área de Shirpur, en el distrito 10 de Kabul a las 7.00 pm". Y continua: “Un coche bomba fue detonado por uno de los atacantes en la entrada para abrir paso al resto”. Y sigue: “Las unidades especiales de la policía afgana actuaron rápidamente y rodearon el área y mataron a tres suicidas”.
Según dicho informe, mataron a todos los suicidas y la operación se dio por terminada a las 5.30 a.m, lo que indicaría que -según los afganos- el ataque duró más de 10 horas. Uno de los mensajes enviado por los policías supervivientes en la embajada de España a sus compañeros españoles hablaba de que habían sido “12 horas de ráfagas, asaltos granadas sobre nuestras cabezas”. El documento, ademas, señala que 12 de los huéspedes fueron rescatados, cuatro policías murieron y siete civiles resultaron heridos y habrían sido trasladados al hospital.
Ambos informes insisten, tal y como después defendió el Gobierno español, en que el objetivo del ataque era el pequeño hotel, no la embajada española. Ninguno hace referencia ni a los daños materiales ni personales sufridos por la legación de España en Kabul. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó explicó el sábado a los sindicatos policiales que Isidro Gabino Sanmartín Hernández, de 48 años, murió tiroteado cuando intento salir al exterior del edificio de la embajada; y Jorge García Tudela, de 45, fue hallado sin vida en su dormitorio, con el arma en la mano y con cortes de cristales en el cuello, es decir, alguien entró y le mató. Esta versión es la misma que describían los policías supervivientes en los whatsApp enviados a sus compañeros de España.
Muchas incógnitas siguen abiertas, como por ejemplo, si iban a la Guest House, por qué allí no parece haber ningún muerto ni herido y, en cambio, presuntamente —de acuerdo con estos documentos afganos— sí 12 huéspedes rescatados. ¿Se equivocaron los terroristas? ¿O simplemente buscaban atentar contra objetivos occidentales indiscriminadamente? Son cuestiones que deberá clarificar esa “investigación en curso” que parece quedar ahora en manos principalmente de las autoridades afaganas.
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