Los ‘primos’ de Podemos

Entre ellos se llaman "primos" —constantemente—. Pero no los unen lazos familiares cercanos. De hecho, los separan cientos de kilómetros: dos viven en Cataluña, dos en Andalucía y dos en Castilla y León. Pero este viernes se han plantado los seis en el número dos de la madrileña calle de Princesa, junto a la plaza de España, para protagonizar un hecho "histórico". Aquí, en la sede de Podemos y en plena campaña electoral: cinco concejales gitanos de la formación emergente han arropado a la cabeza de lista del partido por Salamanca, María José Jiménez, también de la misma etnia. Quieren formar parte del "cambio" político que vivirá España a partir del 20-D. Para que en la "construcción de un nuevo acuerdo de país" la voz y los ojos de su "pueblo" estén presente.

"Desde que se firmó la Constitución, no se nos ha dado voz ni voto. Por primera vez, un partido nos da la oportunidad de que estemos en el ámbito público", apunta Paulino Gracia, concejal de Lloret de Mar (Girona), un municipio costero de más de 35.000 habitantes. "Pero nosotros no defendemos solo a los gitanos", añade el catalán: "Sino a todos los que sufren injusticias sociales".  "Queremos estar dentro de las instituciones para dar nuestro punto de vista", continúa María Hernández, edil del Ayuntamiento de León.

Los seis coinciden en que llegan a las administraciones para defender a la gente. A todos, a gitanos y a payos. "Este es nuestro país y queremos luchar por él", subraya Manuel González, tercer teniente de alcalde y concejal de Personal y Medio Ambiente del Consistorio de Cádiz. "Y una de las cosas que debemos conseguir es evitar que, cuando un gitano conoce a alguien, tenga que demostrar que es honrado, trabajador, español... Ese sentimiento te desgarra el alma. Y sientes la misma rabia que cuando vemos a ciudadanos con salarios mínimos y viviendo en casas indignas", explica el gaditano.

Ser gitana me da un valor añadido María José Jiménez, cabeza de lista de Podemos en Salamanca

A su lado, toma la palabra Miguel Ángel Vargas, concejal en Lebrija, una localidad sevillana de 27.000 habitantes, donde la población gitana representa casi el 15%. "Somos 4.000", detalla este historiador y director de arte escénico, impulsor de la cita de este viernes. "A pesar de existir un marco jurídico general democrático, no existen estructuras que canalicen de forma efectiva la participación política activa de los gitanos", subraya el edil hispalense. "Hoy [este viernes] estamos hablando de que debe haber un cambio de modelo", añade.

"Nosotros tenemos que hacer que nuestros primos participen. Para que, una vez que estemos en las instituciones, decidamos todos juntos", apostilla González, en referencia a toda la sociedad española. "Está es una película en la que vamos a ser actores", insiste el edil de Cádiz. "Estamos viviendo un periodo de segunda transición. Y hemos sido los nadie durante muchos años. Estamos invisibilizados", explica María José Jiménez. La candidata al Congreso asegura que peleará desde el Hemiciclo para blindar tres cuestiones: la educación, la sanidad y la libertad. Y concluye: "Ser gitana me da un valor añadido [como candidata]. Estamos orgullosos de ser gitanos. Tenemos y podemos aportar perspectivas diferentes en esta nueva transición".