Banca y patronal piden a Ciudadanos que detalle su programa laboral

La propuesta de reforma laboral que figura en el programa electoral de Ciudadanos reunió el viernes en Madrid a un representante de la Ejecutiva del partido con miembros del Banco de España y de algunas de las empresas punteras que operan en el país, como General Electric, Bankia y Mercedes. Estas querían conocer los planes de esta formación en materia laboral. Antonio Espinosa, coordinador del programa, explicó los detalles del contrato único indefinido que el partido quiere aplicar para acabar con la dualidad del mercado.

La cita fue en unas oficinas de la Castellana, en Madrid, organizada por la consultora PwC, según fuentes consultadas. A la reunión acudieron una veintena de especialistas en recursos humanos de algunas de las empresas con más empleados de España; miembros de despachos de abogados; y de casi todos los grandes bancos españoles. Todos querían saber cómo afectaría a sus operaciones la hipotética llegada de Ciudadanos a La Moncloa tras el 20-D.

La propuesta estrella de la formación emergente es que todas las nuevas contrataciones se hagan con un contrato único indefinido con indemnización creciente proporcional a la antigüedad en la empresa —el partido no ha especificado aún cuántos días por año trabajado se pagarían—. Además, el equipo coordinado por Luis Garicano, catedrático de la London School of Economics, propone bonificaciones en las cotizaciones de la Seguridad Social para aquellas empresas que despidan menos. Este modelo se remataría con un complemento salarial anual garantizado que asegure “que todos reciben un salario digno y que no les desincentiva para trabajar”, según el programa electoral; y la llamada mochila austríaca, consistente en que la empresa aporte un 1% del salario del trabajador a una cuenta del empleado para que este pueda usar el dinero tras ser despedido o jubilarse.

De todo ello se informaron el viernes los convocados a la reunión, que también pidieron detalles sobre qué causalidades recogería Ciudadanos para permitir la ejecución de despidos colectivos si llega a gobernar. Estas reuniones con los partidos son práctica habitual antes de unas elecciones. Ninguna otra formación ha hecho tantas presentaciones específicas de esta parte del programa.

“Es muy difícil debatir ideas cuando algunos partidos simplemente se niegan a explicar las suyas, quizás es que simplemente no las tienen”, lamentó el viernes Garicano. “En particular, sorprende el secretismo de PP y PSOE en materia fiscal. No hay IRPF, no hay costes, no hay números”.

“Ciudadanos propone un contrato único estable, donde el mérito y el esfuerzo sean lo que prime”, defendió Rivera en el debate de EL PAÍS. “Creemos que un modelo de contrato único, como el danés, que tiene un 6% de paro, nos parece el mejor ejemplo”, siguió. Y añadió: “Los jóvenes se enfrentan a la precariedad. Aunque se esfuercen los echan y contratan a otros como si fueran kleenex. El modelo actual está obsoleto. El joven que entre en el mercado laboral tendrá contrato fijo”.

Críticas del PSOE

“Hay una derecha que está planteando un contrato único, que lo que pretende es generalizar la precariedad (…) El contrato único es cuanto antes te despidan más barato sale, convertirás al 100% en temporal”, le contestó en el debate Sánchez, el líder socialista. “Estoy de acuerdo en que el contrato único sirve para igualar por abajo”, remachó el líder de Podemos Pablo Iglesias sobre una propuesta que ocupará un papel principal en la campaña electoral del 20-D, como refleja que en noviembre el propio Rivera se la trasladara en persona a los líderes sindicales, que se mostraron en contra.

“No todo va bien, señor Rajoy”, dijo el viernes Rivera en Palma, donde abrió su campaña con un mitin ante 1.300 personas. “El 92% de los contratos que se están creando son basura”, añadió tras afearle a Sánchez “falta de proyecto”. Los estrategas de Ciudadanos consideran que el último CIS les mete de lleno en el esprín por ganar las elecciones. El viernes, bancos, empresas y despachos de abogados quisieron saber cómo podría afectar a sus plantillas y negocios la llegada de Rivera a La Moncloa.