Un estudio pide proteger la imagen del menor en los medios informativos
Aldeas Infantiles SOS y la FAPE creen que el balance es "positivo con matices"
Fotografías de niños fallecidos, conversaciones privadas y datos innecesarios o que incitan a la xenofobia. Aldeas Infantiles SOS y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) han identificado este tipo de prácticas tras la selección y estudio de 45 noticias publicadas entre enero y julio de este año en diarios de tirada nacional y de ámbito regional en Andalucía. "El periodismo sin ética es como un barco sin rumbo. Al reto de que sea bueno le sumamos que sea ético. Doble dificultad", ha señalado este lunes María Jesús Rodríguez, directora de sensibilización e incidencia política de Aldeas Infantiles SOS de España. "Ni la exageración ni el detalle más escabroso aportan nada, sino todo lo contrario: hacen que la noticia pierda credibilidad e interés".
Hace casi un mes y medio, la fotografía de un niño sirio de 3 años muerto en una playa de Turquía abrió el debate sobre la necesidad o no de publicar este tipo de imágenes. Los partidarios del sí destacaban el poder transformador de la instantánea y su capacidad para remover conciencias. La prensa internacional se dividió al respecto: la mayoría de diarios británicos la publicó; los alemanes y franceses, no.
El informe ha contabilizado 1.490 informaciones sobre infancia en los siete primeros meses del año, y concluye que la práctica periodística "va por buen camino, aunque con matices", pues, pese a que se encuentran noticias redactadas con sensibilidad y respeto, existen otras que "preocupan sobremanera". Entre los consejos que ambas entidades dirigen a los redactores están "informar de los niños como si fueran nuestros propios hijos" y evitar la alarma, el sensacionalismo o el morbo, vicios que identifica sobre todo en los titulares.
El documento pone la lupa en titulares y noticias que juzgan a menores antes de que lo haga la propia ley. Como ejemplo de ello pone el titular: Los gemelos yihadistas, al reformatorio, sobre el que señala que "se está etiquetando a los menores y se les ha juzgado antes de que la propia ley lo haga".
La aportación de detalles innecesarios que atentan contra la protección de la intimidad de los niños y jóvenes, el acompañamiento de fotografías de menores que, aun pixeladas, desvelan la imagen de los protagonistas o el alarmismo en ciertos temas e informaciones que incitan a la xenofobia son otras de las malas prácticas que han localizado. En este último ámbito aportan ejemplos como el titular Detenido un menor marroquí por la muerte de la limpiadora del Nervión Plaza, con el que se muestran críticos porque "a nadie se le ocurriría titular ‘un menor español’, ni ‘un menor cántabro’ o ‘un menor extremeño’".
El presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig, ha afirmado, en el acto celebrado en el Centro Internacional de Prensa este lunes, que "los periodistas, antes de escribir, debemos ser capaces de calcular las consecuencias que puede tener una información o una simple frase para los niños y los jóvenes". Su homóloga de la FAPE, Elsa González, se ha referido a la influencia de Internet en este fenómeno, al señalar que ha amplificado las voces de defensa del menor pero también los riesgos.
Los autores del informe explican que su trabajo carece de intención de adoctrinar y matizan su objetivo: "Concienciar a los periodistas de la importancia que adquiere la ética profesional a la hora de elaborar una información sobre infancia, pues un momento de reflexión antes de ponernos a escribir, un poco de sensibilidad hacia los niños protagonistas de nuestras historias, redundarán en la calidad de nuestra información".
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