La piqueta llega al ‘esqueleto’ ilegal que afeaba el puerto de Mahón
La estructura de hormigón para 38 apartamentos de lujo llevaba paralizada por un exceso de altura desde 2007
La piqueta ha llegado a Mahón ocho años después de la paralización de una obra que tapaba las vistas del puerto y que fue declarada ilegal porque superaba la altura permitida. En este tiempo se han acumulado autos, interlocuciones y órdenes municipales a favor de la demolición. Este martes ha empezado el derribo del esqueleto de hormigón para un edificio concebido para albergar un bloque de 38 apartamentos de lujo.
La estructura alteraba una parte del paisaje del puerto de Mahón, en la zona de cala Llonga. El 'mamotreto', de columnas y espacios vacíos, es muy visible. La obra inacabada impacta por su tamaño en un entorno de espacios abiertos, entre las villas residenciales y el monte bajo cercanos a las fortalezas militares históricas de defensa del puerto de Mahón.
La construcción quedó abortada porque el Ayuntamiento de Mahón detectó el exceso de altura. Se ordenó la paralización porque las dimensiones no se ajustaban a la licencia otorgada en 2004. El impacto podía haber sido mayor. En una zona, no se había llegado a completar el alzado de columnas y las plantas.
La época del 'boom'
La construcción comenzó a levantarse en pleno boom inmobiliario. La paralización se ordenó en 2007 y los tribunales avalaron el derribo. En la larga secuencia de pleitos y propuestas, el Ayuntamiento rechazó, sucesivamente, conceder una prórroga de la licencia inicial u otra licencia para un nuevo proyecto enmendado.
La empresa promotora Cala Llonga Properties Development que pleiteó y recurrió contra el bloqueo oficial, reclamó hasta 1,7 millones de euros de indemnización, pero los jueces denegaron el pago. La compañía entró en quiebra en 2008 y el BBVA se quedó el solar y su esqueleto por la ejecución de un crédito hipotecario impagado.
El banco ha asumido la demolición de la obra fallida y gastará hasta 450.000 euros en el derribo del esqueleto. El paraje ha de volver a su estado natural. El solar sigue siendo edificable, siempre que lo que se construya se ajuste a la legalidad urbanística.
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