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Así ‘condena’ el Gobierno de Rajoy los latigazos al bloguero saudí Badawi

El Ejecutivo califica el caso como “lamentable”, pero recuerda la “amistad” con Arabia Saudí

J. Jiménez Gálvez
Un grupo de activistas sujeta la fografía de Raif Badawi, ante la Embajada de Arabia Saudí en Londres, a finales de enero.
Un grupo de activistas sujeta la fografía de Raif Badawi, ante la Embajada de Arabia Saudí en Londres, a finales de enero.EFE

Las declaraciones del Gobierno español sobre Arabia Saudí siempre se mueven por un delgado alambre. Y no ha habido excepción con la condena a 1.000 latigazos al bloguero Raef Badawi, que ha ganado este jueves el premio Sájarov a la libertad de conciencia. La Moncloa ha medido en el último año cada una de sus palabras al referirse al caso y, aunque ha criticado la sentencia, ha evitado emitir un comunicado de condena expresa. "Tanto a través de la Unión Europea y otros foros multilaterales, como bilateralmente, España ha acompañado la evolución de este lamentable caso", aseguraba el Ejecutivo hace apenas un mes, en una repuesta parlamentaria a la que ha tenido acceso EL PAÍS, donde también se refiere a las "relaciones de amistad" con el país asiático.

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Desde hace años, España considera a Arabia Saudí un socio clave en la región. Juan Carlos I labró durante su reinado una estrecha relación bilateral que dio sus frutos económicos —en forma de contratos multimillonarios—. Según el Gobierno de Rajoy, estos lazos "no impiden transmitir nuestras posiciones de firme defensa de la libertad de expresión y pleno rechazo a los castigos corporales, contrarios a la dignidad humano". De hecho, el Ejecutivo respaldó un comunicado emitido por el Servicio Europeo de Acción Exterior que solicitaba a Arabia Saudí la suspensión de la ejecución de la condena. Pero, pese a ello, este tipo de acciones siempre se acompañan de las matizaciones diplomáticas de los representantes públicos

En el Congreso, el diputado popular José María Beneyto calificó el castigo a Badawi como "un acto absolutamente condenable, que viola de manera flagrante todos los estándares y los tratados internacionales". "No cabe en ese punto absolutamente ninguna cesión. Se trata de un acto de máxima crueldad", apuntó durante su intervención, antes de describir la actitud del Ejecutivo con Arabia Saudí como "crítica, pero constructiva". El PP mantiene que "la presión occidental" ha logrado avances en el país árabe durante el mandato del anterior rey Abdullah. Por ejemplo, enumeró el parlamentario, las mujeres entraron a formar parte de la Shura [consejo de Gobierno].

"Debemos seguir en este diálogo con Arabia Saudí. Es un elemento fundamental en esa complicada situación regional geopolítica. Arabia Saudí está participando, junto con otros países, en conseguir que se vaya divulgando una versión más moderada del Islam. Hay muchos puntos en juego", remachó Beneyto.

Hay fronteras que no se pueden traspasar: códigos éticos, humanos y políticos Joseba Agirretxea (PNV)

La oposición mantiene, en cambio, una postura mucho más crítica con el Ejecutivo. A raíz de la firma de un acuerdo entre ambos países para la promoción y protección recíproca de inversiones, Irene Lozano —entonces en UPyD— acusó al Gobierno de tener un "doble rasero" en las relaciones internacionales. "No se puede salir a clamar en defensa de la libertad de expresión cuando se produce un atentado en París y, sin embargo, obviar cómo se vulneran gravemente desde los Estados derechos elementales como la libertad de expresión".

El PNV aún fue más allá en su condena. "Hay fronteras que no se pueden traspasar: códigos éticos, humanos y políticos. No podemos tener socios que hagan esas cosas. Hay que mandar un mensaje a Arabia Saudí", afirmó Joseba Agirretxea (PNV). Y añadió Joan Josep Nuet (IU): "Van a votar este acuerdo con la nariz tapada con una pinza, porque se van a olvidar de los mil latigazos; se van a olvidar de que también tenemos que promover y proteger los derechos humanos en España y en Arabia Saudí".

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Sobre la firma

J. Jiménez Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

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