Defensa incorpora tiradores de élite por la presencia de tiburones

Los equipos que buscan los restos del helicóptero del Ejército del Aire que el pasado jueves cayó al Atlántico han incorporado este jueves tiradores de precisión ante la presencia de tiburones. El artefacto, con tres militares a bordo, desapareció a 74 kilómetros de la costa del Sáhara, cuando regresaba a Gran Canaria. La RHIB, una embarcación de servicio de vigilancia marina, se encuentra en la zona de búsqueda con el objetivo de apoyar a los equipos de buceadores que, desde las primeras horas de este miércoles, realizan inmersiones por turnos.

Los tres militares desaparecidos tras el siniestro del helicóptero se desplazaban desde Nouadibou (Mauritania) hasta Gran Canaria. Los cazaminas Segura y Turia han desplegado "toda la capacidad de rastreo submarino que poseen", según ha informado el Ministerio de Defensa en una comunicado. Junto a ellos opera el sonar de barrido lateral del Olimpic Zeus —un aparato electroacústico que detecta la presencia y situación de objetos sumergidos, mediante ondas— y dos robots submarinos.

Un avión CN235 del Ejército del Aire y un avión Defender de la Fuerza Aérea de Marruecos vuelan en la zona desde las primeras horas de la mañana. Al dispositivo también se ha unido un Superpuma español y un Puma marroquí. El buque Camino Español ha trasladado al personal de la CITAAM, la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares, y del Juzgado Territorial 52 hasta el buque de Acción Marítima Rayo, que permanece en zona.

El padre de uno de los tres militares considera que, en realidad, la desaparición se debe a un secuestro. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, contempla esa hipótesis, aunque no la considera "la más plausible".