Rajoy: “Que no te engañen, no son más, lo serán si te callas y no votas”
El presidente del Gobierno se vuelca en la recta final de la campaña para movilizar el voto del extrarradio de Barcelona de la emigración
Siempre se acusa a Mariano Rajoy de no haber construido durante cuatro años un discurso alternativo, un relato diferente, a las promesas independentistas del desafío de Artur Mas y sus socios. A una semana de votar ya en las urnas tampoco hay tiempo para matices. El presidente del Gobierno y del PP ha acudido esta mañana de domingo a Badalona, el territorio dominado por su candidato, Xavier García Albiol, a pedir simplemente el voto. Que se vaya a las urnas. Y sobre todo a dirigirse al electorado residente en el extrarradio de Barcelona, procedente de la emigración de los años 1950 y 1960, que se pronuncia normalmente en las elecciones generales porque las considera importantes y no en las autonómicas. Rajoy les conminó: "Que no te engañen, no son más, lo serán si tú te callas, si te quedas en casa, si renuncias a tus intereses y si no ejercitas tus derechos".
Durante la primera semana de campaña, el candidato del PP se ha desperdigado por todo tipo de foros, desayunos informativos, conferencias, entrevistas, platós de debates y salones enmoquetados. Ha pisado la calle pero poco. Sus actos han sido sencillos, pequeños, sectoriales. Ahora toca zafarrancho. La última semana tanto Albiol, como Rajoy como los demás dirigentes nacionales del PP se van a volcar en los barrios y ciudades dormitorio donde se asentó entonces aquella inmigración gallega, extremeña o andaluza que siempre miró con algo de recelo las elecciones autonómicas. Ese nicho electoral ahora es clave.
Rajoy se centró en ese mensaje esta mañana soleada de domingo en la plaza Trafalgar de Badalona con más de 3.500 personas participando en una butifarrada que el PP catalán ha convertido en el medidor de cómo le van las cosas. Había mucha gente, mucha bandera española, un coro rociero, un grupo de petanca y un objetivo. Rajoy lo dejó bien claro: "Lo que se va a decidir el próximo domingo es si el próximo gobierno de la Generalitat de Cataluña lo harán entre ellos (se refirió así a la lista conjunta independentista) o si lo harás tú y tú tienes la responsabilidad". Se lo dijo con la escenografía preparada para señalar a los emigrantes presentes. Y logró el efecto deseado.
El líder del PP abundó durante su alocución en la misma idea varias veces: "Hay que salir a votar, decir basta, poner fin a esta pesadilla, si tú no votas otros lo van a hacer por ti, hay que ir a votar para que nadie te obligue a torcer el paso, para que se conozca la verdadera Cataluña silenciosa, para defender vuestra vida y esperanzas, porque ellos solo tienen fuerza si tú te callas, y para que nadie imponga en qué consiste ser un buen catalán".
Mariano Rajoy no se desvió nada de las directrices que han marcado los estrategas de la campaña popular para esta semana decisiva. Son solo dos ideas. Una: Rajoy es el único dirigente que podrá tener realmente tras las elecciones alguna posibilidad y responsabilidad de actuar contra la alianza independentista. La otra ya está dicha: hay que votar porque estas elecciones autonómicas sí son realmente importantes, claves y determinantes para el futuro de Cataluña y España.
En el medio de ese discurso ya tan sintético apenas cabe mucho más, ni matices ni promesas. Eso sí, ni el presidente, ni Albiol ni los demás líderes del PP olvidan nunca meterle bien el dedo en los ojos al PSC y al PSOE de Pedro Sánchez por haber permitido en unos 30 municipios catalanes que gobiernen alcaldes "independentistas o radicales" con su voto directo o con su abstención. Rajoy considera así que el PSOE no puede ser de fiar. También atacan regularmente a Artur Mas y su gestión desconocida estos años al frente de la Generalitat, pero con menos ímpetu ya. Le reprochan que no haga balance y ofrecen su propia explicación: "No pueden hacer balance de su gestión porque ahí están ahora todos juntos, los que gobernaban y los que hacían oposición y los que se manifestaban contra sus políticas".
La contraposición es clara, sencilla, sin arabescos. La opción soberanista de Junts pel Sí, que no se cita por su nombre, significa "la división, la ruptura, la fractura, el pasado, la que no dice la verdad". Al otro lado, plantando cara, que es el lema vital y político de Albiol que Rajoy ha acogido con tanto entusiasmo, solo está el PP aunque casi todas las encuestas digan que baja en escaños, se hunde y puede convertirse en el último partido del nuevo Parlament.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.