Protección hasta la sentencia
Hacen falta medios para que se pueda calibrar la peligrosidad de los agresores para hacer lo que dice la ley: una protección integral
Es muy difícil hablar de temas en los que el corazón escribe antes que la razón, por lo que, ante todo, mis condolencias y cariño a madres, familiares y allegados de tan luctuosa situación. No estamos acostumbradas a vivir una tragedia y convivir con ella. Es posible, probable, casi diría innegable, que en la sociedad en la que nos movemos la inseguridad y el miedo marcan muchas de nuestras actuaciones y, aun así, hemos aprendido como mujeres a decir basta, aunque esto tenga precios tan terribles.
La inseguridad y el miedo marcan muchas de nuestras actuaciones y, aun así, hemos aprendido como mujeres a decir basta
Entiendo que nuestros hijos e hijas son el bien más preciado de este mundo y que su seguridad y bienestar son parte fundamental de nuestra preocupación diaria. Por eso opino que cada situación debe cuadrarse desde sus circunstancias, apoyando, denunciando y estando ahí. Por ese respeto a mis semejantes y a las normas de convivencia que nos estamos dando día a día, creo que no hacen falta más leyes, sino una actuación eficaz con las que tenemos. Lo que sí falta son medios para que se pueda calibrar la peligrosidad de los agresores, para dar seguridad a las víctimas, para hacer lo que dice la ley: una protección integral.
Nadie nos puede salvar de comportamientos psicópatas, pero todos y todas podemos avanzar en educarnos en la igualdad. Desde la Comisión contra la Violencia de Género del Consejo General de la Abogacía Española, ese es nuestro objetivo, nuestra preocupación y un foco permanente donde actuar.
Nadie nos puede salvar de comportamientos psicópatas, pero podemos avanzar en educarnos en la igualdad
No sé si el debate de la custodia compartida o no es el correcto. Las medidas cautelares que existen hoy, bien y eficazmente aplicadas, pueden combinar la protección a la/el menor hasta la sentencia, al menos, con un principio que también para mí es fundamental (aunque a veces me haga menear la cabeza), que es la presunción de inocencia.
Lo dicho: con el corazón y la razón. Intentemos hacer un mundo mejor para nuestras niñas y niños.
Y mi más sentido dolor.
Pilar López Guerrero, decana del Colegio de Abogados de Ourense y especialista en asistencia a víctimas de violencia machista.
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