El plan de vetar a los camiones en las carreteras nacionales se desinfla
La iniciativa de Fomento entrará en vigor el 1 de julio con carácter voluntario y temporal El Ministerio preveía inicialmente que fuera una medida obligatoria para los transportistas
Las pretensiones iniciales del Ministerio de Fomento de vetar a los camiones en más de 1.350 kilómetros de carreteras convencionales, y obligarlos a circular por autopistas de peajes, se han diluido. El departamento encabezado por Ana Pastor arrancó el año con esta apuesta que, finalmente, se aplicará de manera descafeinada. El plan debía entrar en vigor en el segundo trimestre en 16 vías nacionales de un solo carril. Pero, definitivamente, se pondrá en marcha el 1 de julio en solo seis tramos. Y se hará con carácter temporal —hasta el próximo 30 de noviembre— y voluntario para los transportistas.
"Hemos conseguido parar los planes iniciales del Gobierno. Esta medida no podía ser nunca una imposición. Ni los datos de siniestralidad, ni la congestión, eran justificación", explica la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), que ha negociado desde enero con el Ministerio las condiciones del proyecto. De hecho, este mismo martes, mantuvo un encuentro con Fomento para conocer los detalles finales del plan. "Que se aplicará finalmente en 326 kilómetros de seis vías: Villalba‐Villacastín; Dos Hermanas-Jerez Norte; Lleida‐Montblanc; Rubena‐Armiñón; Puxeiros‐Porriño Frontera portuguesa; y León‐Campomanes", detallan desde el Gobierno, que calcula que 1,3 millones de vehículos pesados podrán acogerse a la medida.
Los camioneros que así lo decidan podrán desviarse en estos tramos por autopistas de peaje alternativas, donde pagarán una tarifa bonificada por el Ministerio hasta en un 50%. "Entendemos que habrá un porcentaje importante de tráfico que adoptará esta medida, sobre todo en lo que afecte al transporte de mercancías de media y larga distancia", apostilla la CETM, que cree que estos cinco meses de prueba servirán también para recoger datos e información que permitan, en el futuro, hacer más efectiva la iniciativa. "Nos servirá para saber dónde estamos. Porque la medida prevista inicialmente por el Ejecutivo nos parece que se adoptó sin pensar".
Habrá un porcentaje importante de tráfico que se desviará, sobre todo del transporte de media y larga distancia Confederanción Española de Transporte de Mercancías
El plan de Fomento, elaborado inicialmente en colaboración con la DGT, se proyectó en 16 carreteras consideradas como muy conflictivas por la densidad de tráfico y la siniestralidad. El Gobierno, que preveía sacar a la fuerza a 8,7 millones de camiones de estas vías para mejorar los datos de accidentabilidad, lo diseñó sin sentarse a negociar con los transportistas. Y estos, tras publicar EL PAÍS las intenciones del Ministerio, mostraron su desacuerdo con la medida. "Tal y como está planteada, no nos hace gracia", sentenciaba entonces Ramón Valdivia, director general de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic).
Antes de esta iniciativa, en España ya se había adoptado una medida así en la N-II en Girona, donde el 40% de los vehículos que circulaban eran camiones y tuvieron que trasladarse de manera obligatoria a la autopista AP-7. "Ahora, con la medida adoptada finalmente por Fomento, será cada transportista el que tenga en cuenta los costes y decida si le sale mejor ir por la carretera o desviarse a la autopista. Cada uno podrá valorar todos los condicionantes", remacha la CETM. Según los últimos datos de Tráfico disponibles, en 2013 se contabilizaron 4.665 accidentes de camiones donde hubo víctimas —el 74% en carreteras secundarias—. Además, en ellos se registraron 59 fallecidos y 195 heridos graves; un 72% menos que en 2004, cuando se produjeron 207 muertos y 692 heridos graves.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.