El Rey, a la Asamblea francesa: “Sin Francia no puede haber Europa”
El Rey apuesta ante la Asamblea Nacional por el proyecto europeo pese a “los muy duros efectos” de la crisis económica
Felipe VI ha hecho este miércoles una encendida defensa de la Unión Europea en un momento en el que el proyecto de construcción europea se tambalea por la crisis económica, sus consecuencias sobre Grecia y otros países o por el anunciado referéndum sobre la permanencia del Reino Unido. En el discurso con mayor carga política de su visita de Estado de tres días a París, pronunciado íntegramente en francés, el Rey ha tomado la palabra ante la Asamblea Francesa para destacar el protagonismo francés en el proyecto europeo: “Sin Francia no hay Europa”, ha proclamado.
Rara vez interviene ante la Cámara baja francesa un jefe de Estado o Gobierno extranjero y, por tanto, sus mensajes revisten un especial simbolismo. En el caso de Felipe VI, recibido con un aplauso de medio minuto por los diputados y ministros del Gobierno, su apuesta por la Unión Europea llega en pleno auge del ultraderechista Frente Nacional, que propugna la salida del euro y el restablecimiento de las fronteras interiores.
“Sin una Francia segura de sí misma, fiel a sus valores y firme en la defensa de los mismos, Europa y el mundo perderíamos un referente valiosísimo, un referente fundamental”. “Por ello”, afirmó el Rey, “queremos más Francia”. “Para recordarnos que la libertad, la fraternidad y la igualdad no nos son dadas, sino que tenemos que luchar por ellas cada día”.
En el seno de la UE, Francia y España comparten muchos intereses comunes. Políticos, económicos y estratégicos. Por eso, Felipe VI ha destacado que España “ha sido y es un sólido aliado de Francia” en el contexto europeo. “Una Europa unida es condición necesaria para el progreso y bienestar de nuestras sociedades, y para eludir el declive, la debilidad, la fragmentación e incluso la confrontación que en otros tiempos llevaron a nuestros pueblos a los momentos más oscuros de la historia europea”.
Felipe VI no eludió en su discurso las negativas consecuencias que la crisis económica ha supuesto para los europeos. “La prosperidad europea de la que hemos disfrutado se ha visto afectada por una crisis económica que ha tenido efectos muy duros en la vida de nuestros ciudadanos”. Mencionó el paro o las desigualdades entre esos efectos. “Pero las actuales circunstancias que vive Europa no deben llevarnos en ningún caso a perder de vista la esencia del proyecto europeo. Europa debe reafirmarse y hacer pedagogía de sus principios y valores”.
El Rey recordó que España está a punto de cumplir tres décadas en la Unión Europea, lo que aprovechó para aseverar que los españoles son conscientes “del valor de una Europa cada vez más unida”.
La lucha contra el terrorismo ha sido otro de los capítulos destacados de la intervención. Cinco meses después de los ataques yihadistas en París, donde fueron asesinadas 17 personas, Francia es hoy uno de los países más amenazados por el islamismo radical. “Los españoles sabemos muy bien lo que han sentido y sienten los franceses porque durante décadas hemos padecido y combatido el terrorismo y, con su ayuda, lo hemos derrotado”.
El Rey recuerda que España pudo acabar con el terrorismo de ETA gracias a la ayuda de Francia
Felipe VI fue contundente en su mensaje frente a los violentos. “Digamos alto y claro a los asesinos: no nos doblegarán, no nos vencerán, jamás nos harán renunciar a lo que somos”.
La reina Letizia siguió el discurso en la Cámara en un lugar destacado delante del equipo de Gobierno. Asistieron alrededor del 80% de los 577 diputados que componen la Asamblea. Su presidente, el socialista Claude Bartolone, acompañó a los reyes a la entrada del hemiciclo, donde rindió honores una unidad de la Guardia Republicana. Antes de la alocución del monarca, Bartolone, que calificó la jornada como "un gran día para Francia y España", también apostó por el proyecto europeo y aseguró que los dos países estarán unidos en Bruselas, Estrasburgo y Nueva York, las sedes respectivas de la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y la ONU.
Bartolone concluyó su presentación con estas palabras en español: "Estamos aquí, en la casa del pueblo francés, siempre abierta para su Majestad, como lo estuvo para su padre y como lo estará para sus sucesores".
Con anterioridad a su discurso, interrumpido en ocasiones por aplausos de los diputados que se prolongaron al final durante casi un minuto con los parlamentarios y ministros en pie, el monarca y la reina Letizia almorzaron en el palacio de Matignon con el primer ministro, Manuel Valls, nacido en Barcelona. También ahí hizo una apuesta por Europa. “Esa Europa que queremos debe ser una Europa del imperio de la ley, una Europa social, una Europa abierta al mundo, una Europa unida, sólida y solidaria, que destierre los fanatismos que la han enfrentado. En definitiva, una Europa de la libertad”.
Valls broméo con el Rey al dar la bienvenida "al Borbón en el corazón de la República", la sede del Gobierno
Al almuerzo han asistido la esposa y la madre de Valls, la pianista Anne Gravoin y Luisangela Galfetti, respectivamente. Entre la veintena de invitados, también han estado la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, los ministros franceses de Interior y Cultura, la cantante española Luz Casal, el hispanista y premio Príncipe de Asturias Joseph Perez, la directiva de France Médias Monde Marie-Christine Saragosse o el embajador de Francia en Madrid, Jérôme Bonnafont.
En el distendido y relajado ambiente en el que se está desarrollando esta visita, Valls aseguró que el Rey es “garante de la unidad de España”. Pero también bromeó en el brindis al comentar la paradoja de recibir “al Borbón en el corazón de la República”, es decir, en la sede del jefe del Gobierno.
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