Los pediatras piden la venta libre de la vacuna de la meningitis B

La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (Sepeap) ha reclamado al Ministerio de Sanidad que la vacuna contra la meningitis B “se pueda liberalizar”. Esta sociedad es la última —de momento— de un amplio movimiento para que este nuevo fármaco pueda venderse en farmacias y no quede restringido al uso hospitalario, como ha establecido el Ministerio de Sanidad.

Una portavoz del ministerio ha indicado que “la vacuna está garantizada si un médico considera que se cumplen los criterios”, como una situación de riesgo. Sobre las restricciones explica que fue una decisión que se tomó en 2014 por la ponencia sobre vacunas y la Comisión de Salud Pública. “Es muy reciente, muy reactógena y no hay suficientes datos" sobre su uso fuera de los ensayos, afirma. En cualquier caso, “se está estudiando la evidencia científica constantemente para revisar las recomendaciones”. Y recordó que “solo reino Unido la tiene en su calendario vacunal”.

En el departamento que dirige Alfonso Alonso también remiten a unas declaraciones recientes del ministro. El pasado 21 de mayo, en Zamora, Alonso explicó que la administración de este fármaco solo está indicada cuando aparece “un brote” o en colectivos “que se hallan en situación de riesgo”, según recogió Efe. Esta “estricta prescripción médica” se debe a que puede tener “efectos adversos complejos”, dijo.

Los pediatras rebaten en su nota estas explicaciones. “Nosotros pensamos que todo niño tiene riesgo a padecer esta enfermedad invasiva que causa una gran morbilidad y en muchos casos mortalidad. No entendemos que hable de que esta vacuna se utilizará en caso de existir un brote de enfermedad por el meningococo B, cuando en dicho caso lo que prima es la profilaxis de los contactos próximos y no la vacunación”, indican.

“No entendemos por qué lo hacen”, dice César Jiménez, portavoz de la sociedad de pediatras. “En Portugal cuesta 95 euros, y en Galicia los hospitales privados de Vigo la ponen por 125”. Jiménez admite que es un precio que puede impedir que algunos padres lo usen, pero otros pueden decidir usarla, como pasó con la del neumococo y la del rotavirus. “En cualquier caso, el que no se la ponga no va a estar menos protegido que ahora”, afirma.

Sobre su seguridad, declaran que ya la vacuna “no está en fase de experimentación y ha pasado los controles establecidos de seguridad y eficacia, por lo que su seguridad es total al igual que el resto de vacunas que se administran en el país”

También indican los pediatras que el medicamento se vende en las farmacias de numerosos países europeos (Alemania, Francia, Portugal, República Checa, Italia, Reino Unido, Irlanda, Grecia, Austria y Polonia). El hecho de que se pueda adquirir en Francia y Portugal ha llevado a numerosos padres a viajar a estos países para comprarla. Esto tiene riesgos, ya que es fácil que en el traslado se rompa la cadena de frío, como indica la tía de un niño muerto por esta enfermedad.

En lo que va de año, el Instituto de Salud Carlos III ha recogido en su boletín epidemiológico 149 casos de meningitis, de los 89 (el 60%) se ha comprobado que son de tipo B (el resto se reparte entre los C, W, Y y los no tipados). De ellos, fallecieron 13 (el 14,6%).

Los pediatras admiten que su fin último es que la vacuna se incorpore al calendario común. También la Fundación Irene Megías, dedicada a atender a personas con meningitis, lo apoya y ha iniciado una campaña de recogida de firmas al respecto: “Previa consulta y aprobación por parte de nuestro comité científico, lanzamos una campaña de recogida de firmas, para demostrarle a la Agencia Española de los Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) cuál es la postura de la sociedad, y exigirle un cambio radical de su decisión”.