Podemos advierte de que tras el 24-M actuará como con Díaz
El partido dice de que no cambiará su estrategia, aunque dialogará con todas las fuerzas
Podemos asegura que tras las elecciones autonómicas del 24-M mantendrá en todos los territorios el mismo comportamiento —los dirigentes del partido emplean la palabra “firmeza” para definirlo— que ha mostrado desde el pasado 22 de marzo en Andalucía. Mientras aún no se ha resuelto la situación de bloqueo que impide la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta, la dirección del partido advierte de que no cambiará su estrategia política, aunque está dispuesta a dialogar con todas las fuerzas.
Podemos ha afrontado hasta ahora la campaña electoral modulando progresivamente sus mensajes. El secretario general de la formación, Pablo Iglesias, optó al principio por un tono muy enérgico, beligerante, y un discurso de enfrentamiento directo con el Partido Popular, su principal adversario político.
Pero el desarrollo de la carrera electoral ha dejado claro que Podemos se mueve, al igual que los otros partidos, en un escenario de contienda múltiple. Las críticas de Iglesias a Ciudadanos, los intentos de atraer a los votantes tradicionales del PSOE —esos socialdemócratas que “peinan canas”, los “socialistas de corazón” como los define el profesor de Políticas en sus mítines— y las duras palabras de todos sus portavoces contra los sistemas asentados en las comunidades en las que gobierna el PP son un ejemplo de ello.
El sábado por la noche, en el mitin central de la campaña, en Alicante, Iglesias volvió a cargar contra el jefe del Ejecutivo: “Quiero debatir con Rajoy en un plató de televisión, en una tertulia, donde sea. Estoy esperándote, Mariano. […]Nosotros venimos del pueblo y somos del pueblo. Ustedes, señor Rajoy, son mayordomos de los ricos”. Y fue más allá: “Que no vuelvan los zombis como Castedo” [exalcaldesa de Alicante]. “Que no vuelvan nunca más, y que no vuelvan disfrazados de naranja”, agregó en referencia al partido de Albert Rivera. “El cambio es de color morado: que nadie se confunda”, sentenció.
A pesar del tono electoral, la cúpula de Podemos asume que tras el 24-M deberá gestionar un panorama de elevada fragmentación y tomar decisiones difíciles en relación con los pactos.
“Habrá situaciones en las que, como en Andalucía, nosotros no tenemos ningún problema para que gobierne aquel que los ciudadanos han designado para gobernar, pero habrá una serie de cuestiones encima de la mesa”, señala Sergio Pascual, secretario de Organización y negociador de Podemos con el PSOE de Susana Díaz.
"Los socialistas de corazón"
Pablo Iglesias volvió ayer a elevar el tono contra el PP y apeló abiertamente al voto de los "socialistas de corazón". En el mitin central de la campaña electoral, celebrado en Alicante, volvió a dibujar una sociedad muy polarizada .
"No nos gustan los pijos. Mentirosos, hipócritas, miserables... La democracia no la trajeron los pijos", arremetió en el acto quizá más agresivo contra quienes son el adversario primordial de Podemos: los partidos de la "casta".
“En los casos en los que estemos llamados a gobernar”, declaró Pascual a EL PAÍS, “cualquiera que venga con buenas ideas en favor de la gente, que traiga de la mano su experiencia de gobierno para mejorar nuestras propuestas tendrá mano tendida para sentarnos a dialogar y formar los mejores Gobiernos”.
Los estrategas del partido siguen con la misma prioridad: las autonomías cruciales serán la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, Aragón y Asturias. Y confían en movilizar a los indecisos y desbloquear su estancamiento. “Es inédito el escenario de indecisión de los ciudadanos”, considera el secretario de Organización. “Y otra cosa que sabemos es que nosotros nos crecemos en las campañas electorales”. Aun así, reconoce que Podemos “se va a encontrar con situaciones muy heterogéneas” y que “ante esas situaciones heterogéneas seguirá actuando con firmeza”.
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