“¡Al poder la poesía, al poder los poetas!”

El candidato de Izquierda Unida a la comunidad de Madrid, el poeta Luis García Montero, reivindicó ayer la “izquierda con memoria democrática, la de siempre” de IU como “imprescindible” para expulsar al PP del gobierno de Madrid. Sus palabras resonaron en la abarrotada sala Riviera de la capital en forma de mitin y de versos —los suyos, que leyeron Almudena Grandes y Pedro Almodóvar— en un híbrido de acto político, concierto y recital que agotó las 2.000 entradas y cuyo peso principal llevaron Miguel Ríos y Joaquín Sabina. La cultura de izquierda, que apoyó al primer Gobierno de Zapatero, se volcó con García Montero en un acto en el que el cantante de Úbeda clamó: “¡Al poder la poesía, al poder los poetas!”.

Sabina pidió también a los “camaradas” que abandonaran sus rencillas internas. El coordinador federal de IU, Cayo Lara, pareció enterrar el hacha de guerra con la federación madrileña en un acto que también respaldó a la candidata de IU al Ayuntamiento de Madrid, Raquel López, cuya candidatura la dirección nacional no reconoce. Lara llamó a “reconquistar” Madrid, un Madrid que lleva “años secuestrado por la derecha”, dijo, antes de dar su apoyo expreso a López: "Vamos a reconquistar Madrid con Luis y con Raquel". El coordinador asistió pacificador pero a nadie escapó la ausencia del candidato a la presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, que no acudió “por motivos personales”, adujo Lara.

“Cuando el pensamiento vio a una persona que sufría se hizo corazón para ser de izquierdas”, proclamó desde el escenario García Montero. “Aquí estamos los que representamos ese corazón a la izquierda. Rodeados del mundo de la cultura porque es la fuerza que se mete hasta el último pliegue de los seres humanos para buscar la emancipación”, subrayó el poeta. De García Montero los participantes destacaron su inteligencia y su honradez. “No va escribir ni una canción más porque va a ganar Madrid”, defendió Miguel Ríos. La catártica noche de la izquierda madrileña alcanzó su éxtasis cuando Sabina mudó la letra de su canción Pongamos que hablo de Madrid por un anhelo: Pongamos que gobierna Luis.