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Rivera: “No basta con que Griñán y Chaves se vayan”

Ciudadanos sospecha que Díaz no decidirá con quién pacta hasta el 24-M

Juan José Mateo
Albert Rivera y Juan Marín, en una imagen de archivo.
Albert Rivera y Juan Marín, en una imagen de archivo. RAÚL CARO (EFE)

Reformar la ley electoral. Reducir en un 80% los cargos de confianza de la administración andaluza. Impulsar ayudas económicas para pymes y autónomos, entre ellas una ventanilla única para lanzar sus negocios. Suprimir organismos que duplican otros de la administración central. Esas serían las cuatro primeras medidas que Ciudadanos plantearía a Susana Díaz (PSOE) para negociar el apoyo a su investidura como presidenta de Andalucía, según fuentes de la formación. Antes, sin embargo, el partido de Albert Rivera exige al PSOE que firme su decálogo anticorrupción y que aclare si las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo influirán en su decisión.

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“Creemos que hasta después de mayo no va a pasar nada”, explicó una fuente de la dirección nacional. “En función de los resultados que se produzcan en las elecciones puede darse la circunstancia de que a PP y PSOE les interese blindar el bipartidismo, intercambiándose apoyos para gobernar en distintas autonomías. Ya ha habido gestos en ese sentido”, siguió, pese a que la tensión entre los dos principales partidos ha sido notable. “Es cierto que en Andalucía estamos más cerca que hace una semana, pero la distancia sigue siendo abismal”, añadió sobre la posibilidad de un pacto entre PSOE y Ciudadanos tras la anunciada marcha de José Antonio Griñán y Manuel Chaves, expresidentes de la Junta imputados por el caso de los ERE.

Ningún partido es ajeno a esos cálculos electorales. Todos están diseñando su línea de acción en Andalucía sabiendo que las decisiones que se tomen allí marcarán a fuego sus posibilidades en las elecciones del 24 de mayo y en las generales de finales de año, lo que dificulta especialmente los acuerdos autonómicos entre PP y PSOE.

Díaz limpia las listas andaluzas de imputados por corrupción

Las opciones de pacto entre PSOE y Ciudadanos han aumentado, según reconocieron fuentes de la segunda formación, porque en las listas autonómicas y municipales andaluzas de los socialistas no hay ningún imputado por corrupción “política”.

Ese no es un condicionante menor, puesto que también aparece en el pacto anticorrupción que propone Ciudadanos y permite que el margen de maniobra sea mayor. El PSOE tiene en toda Andalucía hasta 10 concejales imputados —pero no por corrupción política—, que se distribuyen entre Granada, Estepona y dos pueblos de la provincia de Málaga.

“Una cosa es que abuses de tu cargo en beneficio propio y otra que estés imputado por falsedad documental. Más aún teniendo en cuenta que PP y PSOE suelen cruzarse denuncias para generar noticias negativas”, explicó un dirigente de Ciudadanos sobre la distinción que hace su partido subrayando la motivación política de la imputación. “Han hecho limpieza”, admitió sobre el PSOE de Susana Díaz.

Los dirigentes del partido de Rivera se reconocieron sorprendidos al descubrir que a la anunciada marcha de José Antonio Griñán y Manuel Chaves —expresidentes socialistas de la Junta de Andalucía imputados por el caso de los ERE, que dejarían en breve sus escaños como senador y diputado, respectivamente— se había unido otro movimiento por parte del PSOE. “Nos confirman que los concejales que habían sido imputados [por corrupción] han ido dimitiendo y han ido dejando sus actas”, recalcó esa fuente de la dirección de Ciudadanos, que previamente había subrayado que la presencia de esos cargos públicos imposibilitaba el acuerdo. “Con eso, si el PSOE firmara el pacto anticorrupción, una vez quitados Chaves y Griñán, nos podríamos sentar a negociar”, concluyó.

“A pesar de los rumores de acercamiento, en algunos casos interesados, no ha cambiado nada”, subrayó Juan Marín, el líder de los nueve diputados andaluces de Ciudadanos, que no descarta que se tengan que convocar elecciones de nuevo. La dirección local de la formación de Rivera, que en ningún caso entraría en el Gobierno —apoyaría la investidura y los presupuestos desde la oposición— pide a los socialistas que aceleren en la toma de decisiones, sean estas cuales sean. El pleno del debate de investidura sería entre el 4 y el 7 de mayo. Eso abre una ventana de apenas quince días para negociar las reformas que Ciudadanos le exigirá al PSOE en el caso de que firme el decálogo anticorrupción.

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“No basta con que Chaves y Griñán se vayan”, dijo Rivera. “La firma del pacto anticorrupción y su marcha son las condiciones que ponemos, no para llegar a un acuerdo, sino para sentarnos en la mesa”, advirtió. “Tienen que firmar, y entonces hablaremos. La pelota está en el tejado del PSOE. Si se van, habremos logrado lo que no ha conseguido el PP en 30 años: empezar a mover ficha contra la corrupción”.

Solo entonces se abrirían las negociaciones. En los últimos días los dirigentes de Ciudadanos han estado buscando estadísticas por si tienen que tratar con los enviados de Díaz. El partido de Rivera planea pedirles que ningún representante público pueda nombrar consejeros de confianza por debajo del puesto de director general, lo que reduciría en un 80% el número de personas con esa ocupación, según los cálculos del partido. También exigirá una reforma de la ley electoral autonómica que acerque el sistema a la proporción de una persona un voto. Según fuentes consultadas, será prioritaria la creación de una ventanilla única para autónomos; la apertura de líneas de crédito e inversión en I+D+I; y la exigencia de que la Administración comparta datos y no le pida al ciudadano ningún documento del que ya disponga.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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