La menor yihadista de Ceuta acepta dos años de internamiento cerrado
La joven, detenida en agosto y que tiene 15 años, pretendía incorporarse al Estado Islámico
Aicha (nombre ficticio), la menor ceutí detenida el pasado 2 de agosto en Melilla, cuando pretendía cruzar la frontera con Marruecos en compañía de una amiga mayor de edad con la que intentaba viajar a Siria o Irak para incorporarse a las filas del Estado Islámico, ha aceptado una medida de dos años de internamiento en régimen cerrado por terrorismo. Tras su estancia en un centro cerrado, la menor, que ahora tiene 15 años, permanecerá dos años en libertad vigilada y tendrá que realizar tareas socioeducativas, según la sentencia con la que se ha conformado este viernes.
La menor, hija de una familia numerosa y desestructurada del barrio ceutí del Príncipe, fue capturada junto con su amiga, Fauzia Allal Mohamed, de 19 años entonces, cuando pretendía franquear el paso fronterizo de Beni Enzar, en Melilla. La menor fue captada a través de redes sociales y durante cuatro meses fue sometida a un proceso de radicalización. La familia de la menor denunció su desaparición días antes de que fuera interceptada en la ciudad autónoma. Ambas jóvenes vestían sendos niqab negros —un velo que cubre toda la cara, excepto los ojos— y túnicas negras, un atuendo habitual entre las salafistas.
Según fuentes del Ministerio del Interior, las dos muchachas pretendían encontrarse en Marruecos con una red de reclutadores de Al Qaeda, que iba a trasladarlas "de forma inminente" a Irak o Siria para sumarse como combatientes a la yihad. En este tiempo, la niña, una de las hijas medianas de un matrimonio de doce hijos (ocho mujeres y cuatro varones), también recibió el influjo de familiares que simpatizan con el salafismo: su cuñado fue detenido en junio por su vinculación con una célula de reclutamiento de terroristas.
Tras su detención en Melilla, la mayor de edad Fauzia fue puesta en libertad con cargos por el juez Santiago Pedraz. Aicha, por su parte, ingresó de modo preventivo en un centro de menores, donde fue incorporada a un programa para lograr su desradicalización y tomara distancia de las ideas yihadistas. Su evolución fue considerada satisfactoria, tanto por el equipo de trabajadores sociales como por la Fiscalía de Menores de la Audiencia Nacional.
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