“La palabra mágica va a ser pacto”

Las paredes del despacho de Irene Lozano (Madrid, 1971) están llenas de dibujos y portadas de periódicos. La diputada, que competirá por liderar UPyD tras dimitir del consejo de dirección que encabeza Rosa Díez, habla relajada y repantigada en la silla.

Pregunta. ¿En qué se diferencia su propuesta de la de Díez?

Respuesta. Tenemos que salir del aislamiento. Vamos hacia un tiempo político en el que la palabra mágica va a ser pacto. Plantear como gran cuestión de principios, como lo esencial, que tú no quieres pactar con alguien, me parece erróneo. Ese es el cambio estratégico que creo que habría que hacer: empezar a ser menos rocosos y más porosos. Como este debate se ha envenenado tanto en UPyD, la única solución es consultar a las bases.

P. Parece que sea un tabú pronunciar la palabra Ciudadanos.

R. No lo es en absoluto. Lo de Ciudadanos ha sido un error estratégico, también una consecuencia de una manera de concebir la política como una resistencia… y la política tiene distintos momentos. Para fundar UPyD en 2007 había que tener un par y ser muy rocoso. Ese momento político no tiene nada que ver con el de ahora. Es otro país. Hace falta mucha gente dialogante. La decisión de no pactar con Ciudadanos está relacionada con esa forma de ver la política. No es buena para estos tiempos.

P. ¿Qué reproches hace?

R. Ni critico ni reprocho. Se han tomado decisiones equivocadas. Soy en parte responsable, por eso dimití de la dirección y dije que teníamos que dimitir todos.

Los cambios había que haberlos hecho hace meses, tras las elecciones Europeas

P. ¿No hay una contradicción entre lo que dice ahora y sus críticas cuando el eurodiputado Sosa Wagner propuso lo mismo?

R. No veo una contradicción. Critiqué el procedimiento. Sosa estaba en el Consejo Político y nunca dijo eso. De repente, lo dijo fuera y de malas maneras, insultando a la gente con la que supuestamente quería debatir. Yo ya decía entonces que hay mucha gente que piensa que hay que hablar con Ciudadanos. En el fondo del asunto, yo ya lo pensaba entonces. Ha hecho daño. Ha viciado el debate. No nos podemos volver locos. Un pacto es lo más coyuntural que hay. Puedes hacer un pacto hoy aquí con el PP para sacar adelante una iniciativa y mañana no tener ese pacto con el PP para otra cuestión.

P. ¿Por qué pacto y no fusión?

R. No creo en la fusión.

P. ¿Es la persona idónea para pilotar el acercamiento? Cuenta también la opinión de los dirigentes de Ciudadanos, donde no olvidan su oposición previa.

R. No voy ni un paso por delante de la militancia. A lo mejor la lista al final no la encabezo yo. Me encantaría ser la número dos de Toni Cantó, pero creo que él no está en eso. No tengo especial afán de ser la uno. Hay cosas muy por encima de la relación personal de cada uno. Si alguien me dice que le hubiera gustado que le sonriera más, no me parecería serio. Y les tengo por gente seria.

P. ¿Hace cuánto tiempo que no habla con fluidez con Díez?

R. Hace meses.

P. ¿Cómo define la relación?

R. Difícil en lo político. Los cambios había que haberlos hecho hace meses, en las europeas.

P. Andrés Herzog, portavoz adjunto, ha denunciado el machismo de algunos críticos de Díez.

R. Algunas críticas han sido machistas. El mismo nombre de lideresa tiene un retintín.

P. Díez ha pedido a los eurodiputados Fernando Maura y Enrique Calvet que cedan sus actas por no respetar las normas.

R. Tenemos que hacer un gran esfuerzo para unir a la gente que se ha ido en lugar de animarla a que se vaya. Dicho esto, las decisiones de los órganos del partido hay que acatarlas. Lo digo por el consejo político, donde lo que yo defendía es lo que no salió. Habría que adelantar el congreso para cerrar todas las heridas. No sobra nadie. La sensación de que se nos va el partido como el agua entre las manos es muy difícil de negar. Sé que la situación está mal. Sé las condiciones en las que me estoy presentando. Hemos adelantado el anuncio porque queríamos decirle a la gente que hay personas que se quedan que quieren pelear por el partido.