El juez Velasco procesa a 55 miembros y cómplices de los Ángeles del Infierno

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha dado por concluida la investigación sobre la facción de la banda motera Ángeles del Infierno en Mallorca y ha ordenado el procesamiento de 55 de sus miembros y colaboradores por proxenetismo coactivo, extorsión y tráfico de drogas, entre otros delitos. El grupo, desarticulado en julio de 2013 y liderado por el ciudadano alemán Frank Hannebuth, actualmente en prisión, había hecho de la prostitución forzada su principal fuente de financiación. Los miembros de la banda traían a España chicas bajo la apariencia de turistas y las obligaban a ejercer la prostitución, llegando a encerrarlas en jaulas para perros, según la investigación.

En un auto –resolución razonada– emitido hoy, el magistrado recuerda que Europol sitúa a la banda Hells Angels Motor Club (HAMC) “entre las principales bandas moteras fuera de la ley que operan en el continente”. La investigación policial determinó que uno de estos grupos (denominados chapters; capítulos, en inglés) se había radicado en Baleares. Entre 2009 y 2011 sus miembros eran de origen turco; y desde finales de 2012 hasta el desmantelamiento de la banda, operaba principalmente con miembros llegados de Alemania.

Hannebuth, considerado uno de los líderes de la banda en Europa, provenía de Hannover (Alemania). Tras desembarcar en Baleares con la ayuda de los hermanos Khalil y Abdelghani Youssafi, y otros colaboradores, el grupo empezó su actividad delictiva. Una de las principales actividades delictivas y fuentes de financiación de la trama, según el magistrado, era la prostitución. Con esta base económica, los Ángeles del Infierno emprendieron otras actividades lucrativas, entre ellas la creación de empresas con apariencia legal para obtener fondos del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

El grupo de Hannebuth se concertó supuestamente con una red de traficantes de cocaína, que usaba mujeres de origen sudamericano a modo de "correos" de la droga. Entre los colaboradores de los Ángeles del Infierno, también imputados, figuran un agente de la Policía Local de Palma, un policía nacional y un guardia civil. Estos, supuestamente, conocían las actividades ilegales de la organización y, aún así, “las aceptan y acaban adaptándose a su plan”. A cambio de dinero, los colaboradores facilitaban a la banda “la infraestructura necesaria en Mallorca para desplazarse desde otras partes de Europa, asentarse y blanquear sus ilícitas ganancias en España”.

El juez da a partir de ahora 15 días a la Fiscalía para que presente un escrito de acusación contra los 55 imputados. También pregunta al ministerio público si procede acordar la busca y captura y el ingreso en prisión de 11 imputados que no han sido localizados.

El auto cita los siguientes delitos: pertenencia a organización criminal, extorsión, coacciones, amenazas, blanqueo de capitales, prostitución coactiva, trata de personas, estafa, detención ilegal, encubrimiento, tenencia ilícita de armas, cohecho, revelación de secretos, tráfico de influencias, falsedad, delito contra la salud pública y simulación de delitos.