Agentes de la Comisaría General de Información están analizando el material intervenido el sábado a la célula yihadista desarticulada en Ceuta para determinar si tenía decidido algún objetivo concreto al que atacar. Se están rastreando varios ordenadores y los teléfonos que utilizaban las dos parejas de hermanos, así como sus contactos con otros presuntos yihadistas en el norte de Marruecos, donde supuestamente se habían entrenado y realizado prácticas de tiro.
Según el Ministerio del Interior, los detenidos tenían la firme determinación de llevar a cabo un atentado en Ceuta y habían manifestado su decisión de inmolarse. No hay motivos para la alarma, dijo ayer el ministro Jorge Fernández Díaz, pero no hay que “bajar la guardia”. Farid Mohamed Al Lal y su hermano Mohamed, y Anwar Alli Amzal y su hermano Roudan pasarán hoy a disposición de la Audiencia Nacional.