El divorcio
La noche del pasado viernes, día 17 de enero, Javier Gómez de Liaño me devolvió una llamada que le había hecho durante la tarde.
Había mantenido yo un intercambio de correos con el abogado de Ginebra Jean-Marc Carnicé, que lleva los asuntos de Luis Bárcenas Suiza, y deseaba comentar cómo había ido la vista ante la sección cuarta de la Audiencia Nacional, presidida por la magistrada Ángela Murillo, en la que por enésima vez el letrado solicitaba la libertad del extesorero del PP, y el escrito de conclusiones provisionales sobre la pieza Gürtel 1999-2005 presentado ese mismo día por las fiscales Concha Sabadell y Concha Nicolás.
No dejaba de tener en cuenta que esa misma mañana Bárcenas había concedido una entrevista telefónica a la periodista Marisa Gallero para el periódico Abc, periódico que en los años anteriores a su caída en desgracia el entonces tesorero siempre había escogido para sus declaraciones exclusivas. Fue así cuando dejó de ser "temporalmente" tesorero y volvió al diario al anunciar su decisión de abandonar el escaño de senador.
Pero fue Javier Gómez de Liaño quien inició la conversación con el tema. Se estaba pensando qué hacer, me confió, porque no tenía ni pajolera idea de que Bárcenas había concedido una entrevista, y porque se publicaba la mañana que él se aprestaba a defender ante los magistrados de la sección cuarta el recurso de libertad del ex tesorero, denegada por el juez Pablo Ruz.
Gómez de Liaño había averiguado esa mañana tras conocer la noche del jueves 16 al viernes 17 la noticia de la entrevista, que Bárcenas había mantenido una conversación telefónica con su esposa Rosalía Iglesias y que ella le había pasado el teléfono, tras convenirlo con el ex tesorero, a la periodista para mantener el diálogo.
Había gestionado Gómez de Liaño ante la sección cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional la posibilidad de que Bárcenas compareciera en la vista a puerta cerrada sobre la petición de libertad por video, tal como ya había ocurrido con ocasión del juicio por la demanda presentada contra el ex tesorero en Toledo por María Dolores de Cospedal.
Pero una y no más Santo Tomás. La sección cuarta denegó la petición amparándose, entre otras, en razones técnicas para montar el plasma. Los magistrados no querían reproducir el espectáculo de Toledo que tan bien le fue a Bárcenas y, por consiguiente, tan mal resultó para la secretaria general del Partido Popular.
Gómez de Liaño acordó, entonces, una alternativa. Convino con Bárcenas, cuyo deseo de comparecer era muy evidente, que leería una carta suya en la vista. El ex tesorero escribió la carta.
Y esa mañana, a pesar de la publicación de la entrevista, el letrado, en medio de sus argumentaciones a favor de la libertad de su cliente, hizo lectura de la carta.
Sin embargo, la procesión iba por dentro.
Según me dijo, primero debio haber sido informado de lo que urdía Bárcenas. Segundo, los magistrados seguramente se enterarían por el periódico antes de acudir a la vista, y podían sentir que denegada la comparecencia por plasma, Bárcenas se dirigía a ellos por la prensa. Tercero, atacar a un juez, en este caso Pablo Ruz, desde la cárcel le parecía una torpeza. Cuarto, lo mismo vale para las fiscales del caso Gürtel, con quien su cliente se despachaba sin contemplaciones. Tanto Gómez de Liaño como su esposa Márquez del Prado, son ex juez y ex fiscal, respectivamente.
Gomez de Liaño veía la posible llegada del nuevo juez, José de la Mata, al juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, como resultado colateral de la operación Lesmes-Catalá de acabar con la comisión de servicios de Ruz, con expectativa. Ambos se conocieron en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuando Gómez de Liaño era vocal y el posible sustituto de Ruz se ocupaba de un programa para incrementar la formación de los magistrados.
Y sobre todo porque Gómez de Liaño recuerda que De la Mata es muy crítico con la prisión preventiva.
La entrevista ha descerrajado la decisión de renunciar.
Pero Javier Gómez de Liaño mantuvo al principio criterios diferentes con su cliente sobre la defensa. Bárcenas rompió con los abogados Miguel Bajo y Alfonso Trallero en 2013, acusándoles de trabajar más para el PP -que les pagaba- en lugar de velar por sus intrereses. Los letrados sostienen que su cliente no les había contado importantes asuntos sobre los que se tuvieron que enterar públicamente y que, además, no compartían una defensa penal de carácter político.
Es la que Bárcenas eligió incluso poco antes de romper formalmente con el bufete Bajo &Trallero. El motivo o pretexto de la ruptura del ex tesorero con sus letrados, mira por dónde, fue una entrevista que el ex tesorero del PP concedió al diario El Mundo antes de entrar en prisión, el 27 de junio de 2013, publicada después, una vez que ya había ingresado en Soto del Real.
Ya con Gómez de Liaño, el ex tesorero cambió su orientación y perfiló una intento de "colaboración" con el juez aportando en sus declaraciones informaciones sobre la contabilidad B del PP, después de confirmar que los papeles publicados por EL PAÍS el 31 de enero de 2013 iban a misa.
Gómez de Liaño prefería este tipo de defensa, alejada de la estridencia política.
Pero hay también un problema que el letrado vivió desde el principio: el pago de los honorarios. La provisión de fondos inicial de 60.000 euros fue abonada, en septiembre de 2013, por la cuñada de Bárcenas, habida cuenta que el ex tesorero tiene bloquedas sus cuentas bancarias en el exterior. La investigación del citado pago por parte de la Fiscalía Anticorrupción y la negativa del juez Ruz a desbloquear fondos para que Bárcenas pudiera hacer frente a sus honorarios también deterioró la situación.
El trabajo de la defensa excedía con creces el caso Gürtel. Había varias demandas civiles y múltiples recursos. Y todo esto exigía bastante dedicación para un bufete personal como el que animan Gómez de Liaño y María Dolores Márquez de Prado. El tema del dinero no ha sido un asunto menor. Y esto se podrá ver ahora que Bárcenas necesita contar con otro letrado. Gómez de Liaño ha dicho que no dejará su trabajo hasta que llegue el sustituto.
Actualmente, Gómez de Liaño estaba preparando el escrito defensa tras la calificación de las fiscales y las acusaciones populares y después del próximo auto de apertura de juicio oral del juez Ruz.
Gómez de Liaño no cree que el ex tesorero haya reeditado con su reciente entrevista aquel choque de trenes de julio de 2013 en su entrevista con el periodista Pedro J. Ramírez.
Bárcenas supo el sábado de la renuncia. María Dolores Marquez de Prado, esposa de Gómez de Liaño y letrada de Rosalía Iglesias, visitó a Bárcenas el sábado en la prisión de Soto del Real. Le acompañaba Rosalía Iglesias. El ex tesorero recibió con cierto desconcierto la noticia. La letrada Márquez de Prado, por su parte, no ha renunciado y está dispuesto a mantener la defensa de Rosalía Iglesias.
La renuncia de Gómez de Liaño, ¿supone un nuevo cambio de orientación, más en línea con dar rienda suelta a la quina tragada por Luis Bárcenas contra el sistema?
Eso se podrá apreciar próximamente.
Por de pronto, Bárcenas tenía previsto comparecer por plasma en el Parlament balear, el miércoles, día 21 de enero, ante la comisión de investigación autonómica que indaga el caso de la construcción del hotel de Son Espases. El Parlament balear mantenía contactos con Instituciones Penitenciarias para asegurar la comparecencia por plasma.
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