La Cámara de Cuentas defiende su integridad en el ‘caso tranvía de Parla’

Tomás Gómez, secretario general del PSOE en la Comunidad de Madrid y candidato en las elecciones autonómicas de mayo de 2015, achacó de nuevo a “una campaña del PP” la petición de la fiscalía de imputar a los 11 ediles de dos Gobiernos socialistas de Parla que, en 2006 y 2009, aprobaron dos modificaciones presupuestarias que elevaron la factura del tranvía de 108 a 149 millones de euros. Gómez no figura entre los potenciales imputados, ya que no asistió a la Junta de Gobierno en la que se aprobó un modificado de 25 millones para la infraestructura cuando todavía era el alcalde de la localidad de 125.000 habitantes. “Estaría con vecinos o cantando villancicos en alguna escuela”, alegó para justificar su ausencia.

Gómez, que rechaza su responsabilidad en el incremento del importe del tranvía, centró su estrategia en cuestionar la independencia de la Cámara de Cuentas —por más que la fiscalía se basa en un informe del Tribunal de Cuentas—, que en septiembre de 2012 aprobó la fiscalización de Parla en el ejercicio 2010, prevista desde enero de ese año y que no contó con el voto negativo de los representantes del PSOE en el Consejo de la Cámara. Aun así, Gómez dudó de la imparcialidad de Arturo Canalda, elegido presidente de la Cámara en junio de 2012 y que previamente fue Defensor del Menor hasta su supresión, gerente del 112 y Canal de Isabel II, viceconsejero de Sanidad y miembro de los gabinetes de Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy. La Cámara de Cuentas defendió su “independencia exquisita basada en criterios técnicos”.

Los argumentos del máximo responsable de los socialistas madrileños recibieron muchísimas críticas internas. “No se puede politizar una institución como la Cámara en la que el PSOE elige a parte de sus componentes y cuyos informes son en muchas ocasiones desfavorables para los intereses del PP”, observó un dirigente relevante de la Ejecutiva de Gómez. “Es una irresponsabilidad desprestigiar de esta forma a la Cámara”, añadió otro.

La Cámara de Cuentas de Madrid se fundó en 1999. Desde entonces los partidos políticos han decidido sus integrantes. En diciembre de 2000 el PP propuso cuatro consejeros, el PSOE dos e IU uno: los siete fueron elegidos por unanimidad. En diciembre de 2006 se renovaron los siete puestos (cinco del PP y dos del PSOE). La última elección fue en diciembre de 2012, con idéntico reparto.