España pone trabas al uso de Canarias como el puente aéreo contra el ébola
El Gobierno impone una cuarentena a los trabajadores de la ONU
Tres meses después de recibir la demanda de la ONU, el Gobierno español ha contestado finalmente a la petición de usar Gran Canaria como el puente aéreo humanitario para la lucha contra el ébola en África Occidental. Y lo ha hecho poniendo condiciones tan estrictas que, aunque en teoría no se ha rechazado la propuesta, en la práctica hace inviable el uso del aeropuerto de Las Palmas o la base aérea de Gando como escala para el personal sanitario que trabaja en los países más afectados por la pandemia: Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia.
Según el documento remitido a la oficina del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Roma, revelado por la Cadena SER, “no se autorizará el ingreso de los pasajeros procedentes de la región afectada [por el ébola] hasta que no hayan completado los 21 días de cuarentena fuera de la región afectada”. Cualquier persona que haya estado en estos países se considera un “riesgo para la salud”, por lo que no podrá pisar España hasta transcurrido el periodo de tiempo durante el cual puede manifestarse el virus, tanto si su intención es quedarse en territorio español o viajar a otro país.
La exigencia de esta cuarentena también se hizo a EE UU para que pudiera usar las bases de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla) para el tránsito de los casi 4.000 militares enviados a Liberia. La diferencia es que las tropas estadounideses deben cumplir la cuarentena antes de regresar a su país y el Pentágono dispone de instalaciones donde pasarla.
Se da la paradoja de que por los aeropuertos españoles entran libremente cada día en vuelos comerciales personas que han estado en países afectados por el ébola sin que nadie les pregunte, sin que se adopten medidas de control ni se les impida la entrada por no haber completado la cuarentena. EL PAÍS ha comprobado el caso de un español, contratado por el PMA, que llegó el mes pasado a Madrid procedente de Monrovia (Liberia), de donde había salido solo 24 horas antes. Viajó primero a Dakar (Senegal), en un vuelo de la ONU, y luego a Lisboa, en avión comercial. Salvo en Dakar, donde sufrió un interrogatorio exhaustivo, nadie le hizo preguntas en Lisboa o Madrid. Si todo el personal procedente de países con ébola entrase por el mismo aeropuerto o base militar, sostienen las fuentes consultadas, el control sería más fácil y el riesgo de contagio menor. Se da la circunstancia de que la PMA tienen su base logística para el África Occidental en Las Palmas.
Fuentes gubernamentales sostienen que las normas aplicadas al PMA son las previstas para autorizar el aterrizaje de cualquier aeronave de Estado —tanto aviones militares como vuelos de organizaciones humanitarias— y que ya se han autorizado al menos 10 vuelos con material humanitario y equipos básicos.
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