Sonia Castedo intenta desacreditar al publicitario que le acusa

La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, se sirvió este lunes de un “ama de casa” para intentar desacreditar a quien fuese uno de sus hombres de confianza, Enrique Ruiz Córcoles. Este publicitario asegura, como EL PAÍS ha publicado, que la campaña municipal del PP en 2007 en Alicante costó 450.000 euros y fue, en parte, pagada en dinero negro. Inmaculada Martínez, expareja de Ruiz Córcoles, desmintió junto a la alcaldesa a su marido, con el que ya no mantiene relación, en un acto que pretendió ser espontáneo.

Tras inaugurar el belén municipal alicantino, Castedo sorprendió deteniéndose ante los periodistas, algo que evita en los últimos meses, imputada como está por cinco delitos en dos investigaciones por presunta corrupción urbanística. La alcaldesa consideró “vergonzosas” las declaraciones de Ruiz Córcoles y, ante la incredulidad de muchos de los presentes, dio paso a la expareja del hombre. Inmaculada Martínez se describió como “un ama de casa” y acusó a su marido de aprovecharse de la regidora, quien dijo sentirse “repudiada por todos”. Martínez calificó a Castedo de “amiga” y explicó que Ruiz Córcoles la nombró administradora única de la empresa ER Backspin, responsable de la campaña. En su visión de los hechos, su marido estafó a la empresa y se marchó dejando una serie de impagos por los que a ella la persiguen en los tribunales.

La regidora se alía con la expareja de su denunciante para defenderse

La comparecencia de la mujer se produjo “a petición propia”, según Castedo. Sin embargo, las versiones de una y otra muestran ciertas incoherencias. Mientras la regidora sostuvo que, como coordinadora de aquella campaña, trató con Martínez y no con Ruiz Córcoles, Martínez mantuvo que no tenía ninguna responsabilidad en la empresa.

Castedo llegó al poder precisamente tras aquellas elecciones, cuando el exalcalde Luis Díaz Alperi le dio paso. Fueron las más reñidas de la historia reciente de Alicante, donde el PP lleva sumando mayorías absolutas más de 20 años. En aquella campaña, el PP gastó 450.000 euros en unas elecciones que ganó por apenas 195 votos.