Detenido un profesor de química que ‘cocinaba’ droga para una red criminal
La Guardia Civil ha desmantelado su laboratorio en el municipio de Valdefinjas, Zamora Había sido expulsado de la Universidad de Salamanca en 1995 por un caso similar
Un profesor de Química Orgánica que de pronto se dedica a cocinar metanfetamina. Parece la historia de Walter White en Breaking Bad, pero no. No ocurría en Albuquerque, la ciudad del suroeste de Estados Unidos donde se desarrolla la famosa serie de televisión, sino en Valdefinjas. Allí, en un municipio de menos de 80 habitantes, en la provincia de Zamora, el español Marcial Sánchez González dedicaba semanas enteras a la fabricación de speed. La Guardia Civil ha desmantelado su laboratorio —el primero de este tipo que se interviene en la Comunidad de Castilla y León— y ha detenido a 14 personas, entre ellas, al profesor-cocinero.
"Fabricaba la droga desde cero, incluso los precursores, siguiendo un proceso químico", cuentan fuentes de la Guardia Civil. Y lo hacía a partir de productos relativamente comunes, algunos de fácil adquisición, en una vivienda que estaba adaptada para ello y que era utilizada como punto neurálgico de la red. Su segunda vida le había llevado a cocinar droga para la organización, que había extendido sus líneas de distribución en Zamora, Salamanca y Valladolid.
Con más de 60 años de edad, el profesor universitario ya se había retirado del oficio. Al menos del que ejercía en las aulas. En 1995 fue expulsado de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Salamanca, tras ser detenido y condenado a tres años de prisión por un caso similar. Nadie puede decir que Sánchez se inspiró en la serie, que fue estrenada en 2008. Podría ser todo lo contrario. Hace dos décadas, el profesor fue señalado como el creador de una "fórmula novedosa" que se distribuía en discotecas de la costa mediterránea. Se trataba de una droga de diseño conocida como PMA. Unas pastillas con efectos similares a los del éxtasis.
En 1995 fue condenado a tres años de prisión por crear una droga similar al éxtasis. En 2003 regresó a la cárcel por dirigir un laboratorio
El químico dejó los calabozos e "hizo de todo", según fuentes policiales. Incluso llegó a trabajar en laboratorios farmacéuticos legales hasta que en 2003 volvió a quedar entre rejas. La policía desmanteló el laboratorio clandestino que dirigía en un chalet del barrio salmantino de Tejares. Allí fabricaba, como ahora, drogas sintéticas. Le decomisaron 20.000 dosis y sustancias para elaborar otras 200.000.
El de Valdefinjas es el tercer laboratorio que le descubren. La Guardia Civil incautó —en 12 registros domiciliarios— 150 gramos de speed, 2 kilos de marihuana y 50 gramos de hachís. También decomisó los materiales de trabajo del químico: desde sustancias como ácido sulfúrico, alcohol benzílico, amoniaco, carbonato sódico, hasta quemadores, una envasadora al vacío, bidones de acero, máscaras antigás, material eléctrico, pipetas y otros recipientes.
Valdefinjas era un sitio ideal para la red. Aunque el Ayuntamiento registra 80 vecinos, sobre todo personas mayores y jubilados, hay temporadas en las que no queda casi nadie. "Puedes estar una o dos horas en la calle y no ver un alma. Escoges cualquier calle, ves casas y quizá solo tres estén habitadas", cuenta Román Álvarez, vecino de la plaza de Alfonso XIII. Por ello, a él no le extraña que nadie haya visto nada en la calle de Rubico, donde funcionaba el laboratorio "en una casa como cualquier otra". "Los vecinos más próximos están en Toro o Madrid". Ningún de detenido vivía en el pueblo; once residían en Toro, dos en Salamanca y uno en Villafranca de Duero (Valladolid).
La incautación de anfetaminas ha crecido en España en más del 120% en el último año, según cifras de Interior
Es excepcional el hallazgo de laboratorios en los que se realice todo el proceso de fabricación. Estos estupefacientes suelen ser importados desde países del centro de Europa. También, según fuentes policiales, se almacenan o producen en África y pasan por España para el consumo interno y, sobre todo, para llegar a Holanda.
El speed es el nombre de calle de la anfetamina, metanfetamina y sustancias similares. Su incautación ha crecido en más del 120% en solo un año, según el último balance del Ministerio del Interior. El decomiso pasó de 228.456 pastillas en 2012 a 506.986 en 2013. Su consumo, indican estas fuentes, también ha ido en aumento, en cantidades "cada vez más significativas".
La operación había empezado el pasado mes de marzo con la identificación de los puntos de venta. Los primeros datos permitieron localizar a seis jóvenes de la localidad de Toro, en Zamora. Tenían vínculos familiares entre sí y se dedicaban a distribuir marihuana, hachís y speed, tanto en locales como en la vía pública. Se les siguió la pista hasta dar con las personas que les entregaban la droga. Fue así como se llegó hasta el laboratorio. Walter White se metió en el narcotráfico tras serle diagnosticado un cáncer. Nadie sabe qué movía al cocinero de Valdefinjas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.