La película del fiscal general
El Gobierno quería que el domingo 9, al caer la noche, saliera a responder a Artur Mas el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce.
¿Quién mejor que el fiscal general del Estado para dar la réplica a la declaración de Artur Mas?.
"Si la Fiscalía quiere saber quién es el responsable, que me miren a mí".
Pero no pudo ser.
Porque hubo un desencuentro en Madrid.
Y se tuvo que improvisar la salida al ruedo del ministro de Justicia, Rafael Catalá.
Una improvisación que resultó tan evidente como que hubo dificultades hasta con el sonido.¡Hubo que pegar con celo el micrófono!
¿Qué pasó?
Fuentes fidedignas aseguran que Torres-Dulce estaba entregado la tarde del domingo 9 de noviembre a lo que es su gran y pública afición, la que compite siempre con el resto de sus actividades: el cine.
Estaba disfrutando de una película en un cine de Madrid.
No sabemos si estaba en la sala que proyectaba la película "Perdida'. Pero, sí, estaba disfrutando del séptimo arte.
Y cuando dieron con él, mostró calma y aplomo.
El tema de Artur Mas habia que estudiarlo sin prisa y ya se reuniria con el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Cataluna, José María Romero de Tejada, para analizar la respuesta a Artur Mas.
Además, había otro asunto que solo los iniciados conocen. Pero Torres-Dulce, por la Fiscalía del Tribunal Supremo, sí se lo sabe: había, en esos momentos, domingo por la noche, pendiente en el Tribunal Supremo una querella de UPyD, con dos ampliaciones, contra Artur Mas y otros altos cargos de la Generalitat por delitos de usurpación de funciones, desobediencia, malversación y otros.
¿Qué importancia tiene?
Pues que hay algo que se llama litispendencia.
Seguramente la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, no lo ha tenido en cuenta.
Pero cuando un asunto está en la jursidicción de un tribunal, es decir, cuando tenemos un litigio pendiente, no se puede empezar otro por los mismos asuntos en otro tribunal.
Sin embargo, el PP no podía esperar. Alicia Sánchez-Camacho estimaba que sin una querella criminal contra Mas, ella quedaba a los pies de los caballos.
Por ello, con el ánimo de apretar a Torres-Dulce haciendo público lo que su información privilegiada le aportaba, la presidenta del PP catalán lanzó la bomba en El programa de Ana Rosa el martes pasado.
"La querella tiene unas bases jurídicas muy sólidas", dijo.
Torres-Dulce ya viene siendo objeto de múltiples presiones del PP.
Hace meses, había intentado dejar su puesto y pasar al Tribunal Constitucional para ocupar la plaza vacante de Enrique López. Pero el ministro Ruiz-Gallardón no le apoyó. Su segundo, en cambio, accedió a dicha vacante.
Ahora bien, se ha rumoreado en los últimas días la posibilidad de que el presidente de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, podía ser el posible sustituto del fiscal general aficionado al cine.
Pero Alicia Sánchez-Camacho ha salvado, paradójicamente, a Torres-Dulce. Al menos de momento.
Y Rajoy se ha visto obligado, para disipar las dudas sobre las relaciones entre el Gobierno y la Fiscalía, a defender al fiscal general del Estado.
Le ha citado en señal de respaldo.
No parece que la dimisión de Torres-Dulce esté ahora a la orden del día.
Oiga, y de la litispendencia, ¿qué?
Ya no existe.
¿Cómo?
Sí.
La sala de admisión de la querella de UPyD, ampliada dos veces, ha sido desestimada el miércoles, día 12 de noviembre.
Ya no existe, pues, pleito pendiente en el Tribunal Supremo.
La querella tiene, pues, el camino abierto.
Rajoy en su comparecencia forzada, antes de viajar a Australia, ha descrito los hechos, y ha apuntado que ignora lo que hará el fiscal general del Estado (ni él ni Federico Trillo admitirían, a la luz de la experiencia que la oposición ha representado durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, este argumento).
Y, vaya, que no sabía lo que había declarado Alicia Sánchez-Camacho sobre la querella.
Sí, como leen. ¿Se le puede creer? Pues no.
Son estas afirmaciones, precisamente, las que hacen de cáscara de plátano sobre la que trastabilla la credibilidad de esa solemnización de lo obvio de Rajoy sobre la consulta catalana, por mejor o peor interpretada que resulte.
La querella criminal contra Mas que Rajoy "le debe" a su electorado y al ala dura de su partido sería un gran cheque en blanco a favor de Mas.
Los teóricos de las conspiraciones pueden incluso llegar a pensar que Rajoy es tan maquiavélico que le está haciendo un gran favor concientemente a Mas para debilitar a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
Pero no es así.
En todo caso sería por default.
No está claro, si se estudian las declaraciones de Rajoy, que él quiera esa querella.
Pero veamos: un Mas imputado por desobediencia sería la realización de un sueño. Oriol Junqueras ha invocado antes del referéndum auténtico a Martin Luther King.
¿Necesitará Mas a ERC si le imputan?
Y, en caso de que siga, al menos públicamente, hablando de la lista única: ¿le negará Junqueras a un Mas imputado por desobediencia una lista de Unidad Nacional de Catalunya?
Caso de que, en efecto, Romero de Tejada presente la querella.
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