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Rajoy obvia la corrupción y pide a los empresarios huir del pesimismo

Castedo evita acudir al acto al sentirse “indispuesta” Los industriales no preguntan por la crisis política

Mariano Rajoy sigue fiel a su creencia de que la mejor manera de resolver los problemas es dejar de hablar de ellos. El presidente ha sido capaz de hablar durante más de una hora ante decenas de empresarios, algunos de los más importantes del país, sin pronunciar en ningún momento la palabra corrupción ni hablar de la crisis política. Se limitó, eso sí, a pedirle que huyan del pesimismo que “algunos” quieren instalar en la sociedad.

Justo antes de que hablara el presidente, cuando él ya estaba sentado en el escenario, se presentó una encuesta interna entre los empresarios que mostraba su enorme preocupación ante la corrupción. La encuesta dice que los miembros de esta organización de empresas familiares dan un 1,08 sobre 9 en la valoración de la situación política. El año pasado daban un 2,25 sobre 9. Este 1,08 es el peor dato desde 2008, según explicó el moderador. Y, sin embargo, ninguna de las seis preguntas que le hicieron al presidente fue sobre este asunto, que era el que comentaban todos los empresarios en pasillos. Él hablaba sin parar sobre cifras económicas, el terreno en el que siente más cómodo, sin una palabra sobre la crisis política. Al final, en los corrillos todos los consultados estaban sorprendidos de que Rajoy no hubiera dicho nada y la organización presidida por Javier Moll hubiera decidido no preguntarle.

Rajoy se quedó un rato compartiendo un vino con los empresarios. En los corrillos se comentaba si la organización habría pactado con La Moncloa evitar las preguntas polémicas, algo que esta negó. Rajoy no atendió en ningún momento a la prensa por lo que tampoco se vio obligado a decir nada sobre la presión interna en el PP para que haga cambios. Por primera vez en este tipo de actos, no se dejó acceder a la prensa a la recepción posterior. La organización culpaba a La Moncloa y esta a la empresa familiar. Es s la primera vez que esto ocurre desde que se organizan estos congresos y es llamativo que suceda precisamente siendo presidente del instituto de Empresa familiar Javier Moll, presidente de Prensa Editorial. "Es sorprendente que demos un rotundo suspenso a la clase politica y luego no le preguntemos nada sobre ello", señalaba a la salida un empresario.

Rajoy sí aprovechó que tenía delante a algunas de las grandes fortunas del país, como la familia Entrecanales o Juan Roig, el dueño de Mercadona, para pedir que no se dejen llevar por el pesimismo. “De vez en cuando deberíamos recuperar una costumbre que es hablar bien de nuestro país. Pido a los empresarios que no se sumen a esas cosas que suceden en nuestro país donde parece que tenemos que castigarnos inmisericordemente. Todavía hay gente que lo pasa mal, pero España es un gran país”. “Tenemos una cierta tendencia a castigarnos”, señaló en otro momento. “España tiene un sistema de bienestar como nadie, empresas emblemáticas, el país de Europa que más Erasmus recibe, y cuando alguien sufre una enfermedad infecciosa” ha asegurado en referencia a la crisis del Ébola, “no tiene que ingresar en un hospital con un cheque de 500.000 dólares”, ha rematado en referencia a EE UU.

El portavoz de los empresarios le preguntó si, ya que está subiendo la recaudación, hay margen para bajar más los impuestos. Y el presidente, sin comprometerse a nada firme ni dar garantías, aseguró que esa es su intención. En todo momento habló obviando la crisis política y partiendo de la base de que él se presentará a las elecciones y repetirá mandato. “No está entre mis planteamientos políticos tener impuestos elevados. Yo no quería subir los impuestos, y tampoco quería nacionalizar bancos. La realidad obliga a hacer cosas que a uno no le gustan. Si las circunstancias lo permiten, en la próxima legislatura volveré a plantear una rebaja de impuestos porque yo creo en eso”, ha asegurado.

Antes de empezar a hablar, Rajoy ya había conseguido su primer objetivo del día: evitar la foto con Sonia Castedo, la alcaldesa de Alicante, imputada por cinco delitos. Castedo, que el día anterior protagonizó la jornada al hacerse la fotografía con el Rey, decidió ayer no acudir ante las presiones de su partido. Esto es, La Moncloa evitó la foto que La Zarzuela tuvo que asumir. Un portavoz del ayuntamiento explicó oficialmente que la alcaldesa “estaba indispuesta”. En su lugar acudió a recibir a Rajoy, con el que departió unos minutos, el vicealcalde, Andrés Llorens, también imputado por prevaricación. Rajoy ya tuvo este mismo problema en junio de 2013, en la inauguración del AVE a Alicante. Entonces no pudo evitar la foto aunque mostró su distancia. El PP no se ha animado desde entonces a promover una moción de censura por miedo a perder la capital y ni siquiera hay un expediente abierto contra ella, por lo que el problema se repite aunque hoy se ha resuelto con la supuesta indisposición de Castedo. Lo que sí ha dejado claro el PP es que ella no repetirá como candidata de este partido.

Rajoy tampoco ha querido decir nada, ni le han preguntado, sobre la decisión del Tribunal Constitucional que suspende la consulta alternativa del 9-N. Pero sí ha hecho una larga reflexión sobre las posibilidades de hacer una reforma constitucional. El presidente cree que “PP y PSOE podrían ponerse de acuerdo”, pero los nacionalistas pedirían el derecho de autodeterminación “que no está en ninguna Constitución escrita salvo la yugoslava, la soviética y la de Etiopía”, por lo que se pasaría de una Carta Magna, la de 1978, apoyada por PP (AP), PSOE, CiU e IU (PCE) a una solo aprobada por los dos grandes partidos. Además, criticó que el PSOE “no concreta qué reforma quiere hacer”.

El presidente también ha lanzado una reflexión a favor del bipartidismo y contra Podemos, sin citarlo. “En Alemania ha aparecido un partido que quiere acabar con el euro, en Italia un cómico saca el 25 %, en España hay algo de eso. Lo mejor es que haya dos grandes partidos. En los países donde los grandes partidos han sufrido una gran caída hay ejemplos en otros continentes donde esos países no levantan cabeza”, ha asegurado.

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