Romero asegura sentirse “atropellada”
“Es mal día para pedir mi cabeza”, dice el consejero madrileño tras conocer las cinco altas
Teresa Romero está pasando por “un bajón emocional” al tener que permanecer aislada en el hospital Carlos III de Madrid, relató ayer la portavoz de la familia, Teresa Mesa. Ha superado la infección, pero sigue habiendo restos del virus del ébola en sus fluidos corporales y el equipo médico quiere extremar las precauciones ante una enfermedad aún muy poco estudiada. Las muestras se han enviado al laboratorio para cultivar esos restos y comprobar si pueden producir infección. Los resultados tardarán varios días, hasta una semana, según fuentes sanitarias.
Mesa afirmó ayer tras salir de visitar al marido de Romero, Javier Limón, y hablar con ella por el interfono, que asegura sentirse “atropellada” y que continúa muy triste por la muerte de su perro. “Va a pedir justicia por eso y por todo lo demás”, dijo, y adelantó que la pareja ya tiene abogado. Sobre el estado de salud de Romero, dijo que “le duelen todas las articulaciones”, que tiene mucho apetito y que pregunta a su marido qué le dan de comer. Lo primero que quiere hacer cuando salga es “irse a su pueblo y estar con su familia”, añadió. También quiere “abrazar a la religiosa que le ha donado plasma”, dijo.
La auxiliar “quiere salir de ahí ya, pero tiene un poco de miedo, de vértigo a lo que le espera fuera”, dijo Mesa a EL PAÍS. Cinco personas que estuvieron en contacto con Romero recibieron ayer el alta médica al cumplirse los 21 días de vigilancia. Se trata de dos peluqueras que depilaron a la auxiliar, una amiga de Romero, una limpiadora del centro de salud de Alcorcón y una médica de familia que la atendió allí. El resto de los contactos, entre ellos Javier Limón, abandonarán el hospital la semana que viene. Una de las peluqueras declinó hacer declaraciones cuando este diario se puso en contacto con ella por teléfono.
La oposición política en el Parlamento regional de Madrid volvió a pedir ayer la dimisión o el cese del consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, que acusó a Romero de mentir. Rodríguez respondió que los parlamentarios habían elegido “un mal día” para pedir su cabeza porque se había dado de alta a cinco personas. El presidente regional, Ignacio González, avanzó que se concederá la más alta distinción de la Sanidad de Madrid a Romero y a todos los profesionales sanitarios que han trabajado en la gestión del virus.
El portavoz de Sanidad del PSOE, José Manuel Freire, pidió ayer una comisión de investigación sobre la gestión de la crisis del ébola, en la que se han producido, afirmó, “errores políticos y organizativos”. “Usted no se merece ni siquiera la salida medio digna de dimitir, usted se merece que le cesen”, dijo a Rodríguez otra parlamentaria del PSOE.
Con información de J. Jiménez Gálvez y F. J. Barroso.
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