Mohamed VI recibe a Susana Díaz y le pide un foro empresarial

El rey Mohamed VI de Marruecos recibió ayer finalmente, un poco por sorpresa como hace muchas veces, a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, en su palacio de verano de Tetuán durante casi 30 minutos. Concedió así una relevancia especial al viaje que la dirigente socialista ha realizado durante los dos últimos días al país marroquí. Hacía más de 10 años que no tenía esa deferencia con ningún presidente autonómico español y la última vez que facilitó una entrevista a un presidente andaluz fue a Manuel Chaves, también con incógnita hasta el final, en 1999.

Durante la cita se logró, además de un trato cordial y afable según algunos de los presentes consultados, que el rey se implicara tanto en que se mejoren en el futuro las actuales relaciones comerciales y económicas bilaterales como para encargarle a Díaz la organización de un foro empresarial en Andalucía con representantes de las firmas con intereses a ambos lados del Estrecho. Mohamed VI comprometió la asistencia a ese encuentro de la actual presidenta de la patronal marroquí, Meriem Bensaleh Chogrun, un personaje clave en la política y la economía del país.

Durante la charla que mantuvieron en la tarde de ayer Mohamed VI y Susana Díaz estuvieron presentes el embajador español en Rabat, José de Carvajal, y el ministro de Exteriores marroquí. Antes, por la mañana, la presidenta socialista había celebrado otra reunión en Rabat con el jefe de Gobierno, Abdelilah Benkirane, al que agradeció en primer lugar que precisamente ayer se hubieran concedido finalmente las primeras 51 licencias para pescadores andaluces para faenar en el caladero de Maguan, al sur del cabo Espartel, tras tres años de angustiosas e infructuosas negociaciones para renovar el acuerdo pesquero con la Unión Europea.

Díaz había viajado con la pretensión de poder hablar e impulsar la colaboración en más ámbitos que el siempre conflictivo sector pesquero. Tampoco quiso hablar de inmigración (“es un asunto en el que sigo y respaldo lo que haga el Gobierno de España”) ni de la valla que Benkirane admitió estar terminando (la tercera) alrededor de Melilla “para beneficio de ambos países”, aunque luego matizó que Marruecos “no puede echar a todos los hermanos africanos”. El país está inmerso en un proceso inédito en África de regulación de inmigrantes pero con muchos condicionantes, por lo que se han dado muy pocos permisos.

La presidenta ofreció a Benkirane la posibilidad de explorar más conexiones marítimas entre puertos de su comunidad y el norte de Marruecos. Dijo que al jefe del Ejecutivo marroquí le pareció interesante la idea. Ahora los enlaces son entre Tarifa y Tánger y Algeciras y Tánger Med. Este verano, en los días punta de la Operación Paso del Estrecho (OPE), se batieron récords de viajes y se produjeron atascos de hasta 18 horas.