Rajoy propone un pacto para limitar los gastos en campañas electorales

Mariano Rajoy ha abierto esta mañana un curso político marcado por la proximidad de las elecciones municipales con la promesa de poner en marcha una serie de medidas contra la corrupción. Entre ellas, el presidente del Gobierno ha propuesto a la oposición un pacto para limitar los gastos de las campañas electorales. Ante unos 1.500 militantes del PP reunidos en el castillo de Soutomaior (Pontevedra), Rajoy ha anunciado su determinación de tomar las medidas precisas para que "el que la haga, la pague". El jefe del Ejecutivo, además, ha reiterado su mensaje de firmeza ante el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, a quien ha advertido a propósito del intento de convocar la consulta sobre la independencia: "No voy a consentir que nadie viole la ley".

Hace un año, Rajoy protagonizó el acto de Soutomaior, ya institucionalizado como su cita para lanzar el primer discurso político tras las vacaciones, todavía con el caso Bárcenas en plena efervescencia. Ahora el asunto ha pasado a un segundo plano informativo,y el presidente del Gobierno ya no se ha limitado, como entonces, a glosar la mejora de las grandes cifras económicas y anunciar futuras rebajas de impuestos, sino que ha tomado él mismo la bandera de la lucha contra la corrupción, aunque no pronunciase esa palabra.

El programa para "fortalecer la democracia y trabajar para mejorar la calidad de las instituciones", en palabras del líder del PP, incluye medidas ya aprobadas, como la Ley de Transparencia, y otras sobre las que su partido "está dispuesto a hablar". Entre estas últimas ha citado la reducción de los aforamientos, la regulación de los indultos, el modo de facilitar las iniciativas legislativas populares, el debate sobre "procesos penales y responsabilidades públicas" y un "gran acuerdo para limitar los gastos derivados de las campañas electorales". Rayoy no se ha referido expresamente a las propuetsas en este sentido presentadas por el líder de PSOE, Pedro Sánchez, pero ha insistido en que la voluntad de su partido es sumarse también a posibles iniciativas de la oposición.

El presidente del Gobierno ha incluido -"por supuesto", enfatizó- en el paquete la reforma de la ley electoral para que gobiernen en los municipios las listas más votadas. Lo considera una forma de "fortalecer el vínculo democrático" con los ciudadanos de los representantes municipales. Pero ha evitado precisar si su partido seguirá adelante con la reforma aunque no logre ningún consenso, como han venido sugiriendo dirigentes populares. Rajoy se ha limitado a decir que va a "abrir el debate". "Hay que hablar de eso, vamos a hablar, y el que no lo quiera que lo explique al conjunto de los ciudadanos" , ha dicho para zanjar el asunto.

Este programa para afianzar la que ya es "una de las democracias más avanzadas del mundo", en palabras del presidente, y los mensajes de firmeza ante el soberanismo catalán han centrado la parte más política del discurso de Rajoy. Lo demás ha sido un repaso de la situación económica y de la mejora de las grandes cifras.

Aunque ha avisado a los suyos para que no caigan en la "autocomplacencia", ha proclamado: "La crisis está en retirada". Y frente a "la moda que hay ahora de hablar de todas las desgracias" ha proclamado su confianza en el país: "España es una gran nación con una gran historia y un gran futuro político".

No han faltado las constantes alusiones a la herencia socialista, a que España haya sido en el último trimestre el país que más ha crecido de la zona euro y a la rebaja de impuestos para 2015. Rajoy ha asegurado que seguirá aprobando "reformas audaces", sin concretar más, y que el gran objetivo del Gobierno es librar "una guerra sin cuartel contra el paro".