“La inmigración es una bomba de relojería contra las murallas de Europa”
Josep Borrell no cree que Europa esté dispuesta a promover una política de inmigración común
Europa se enfrenta a una retahíla de problemas migratorios que ponen en jaque las políticas y la imagen de los gobiernos que se enfrentan a ellos. La entrada de inmigrantes por los distintos puntos calientes de la geografía del Viejo Continente "es lo que va a poner a prueba la capacidad para actuar de la única manera que puede hacerse, y es multiplicar la fuerza de cada país", aseguró el expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell esta mañana.
El socialista aseguró que Europa no parece dispuesta a tener una política común en este ámbito, que se ha intensificado en las últimas semanas, sobre todo en España e Italia: "En lo que va de año más de 100.000 han llegado a Italia por mar y de forma ilegal", arguyó Borrell. En España, la oleada de pateras a las costas de Tarifa alcanzó su máximo durante la segunda semana de este agosto. No se había vivido algo así desde agosto de 2006.
Para el catalán, la situación migratoria es "una bomba de relojería contra las murallas de Europa" que no va a poder ser resuelto de forma unilateral por los distintos países, sino en el marco de una Europa "donde los problemas de cada país sean los problemas de todos". Pero lo ve difícil. "No todo el mundo ve los problemas de la misma manera", explicó el político durante una pausa en el curso sobre el futuro de Europa que imparte hasta el próximo viernes 29 de agosto en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander.
Aunque no quiso contestar "preguntas cósmicas" sobre la situación del continente, para él es evidente que Europa se enfrenta al cambio de poder que ha habido en el mundo. "Ya no es el centro ni tiene la misma capacidad de influir en los problemas geopolíticos mundiales como antes". Aconseja "acostumbrarse" a pensar desde una perspectiva diferente y una "influencia limitada". Si vamos hacia una Europa federal y unida o hacia una zona de buena vecindad y colaboración económica, no es seguro: "La respuesta va por barrios".
El expresidente del Parlamento europeo aprovechó para confirmar que no estará en la Diada catalana el próximo 11 de septiembre porque no se encontrará en España: "Aunque sí iré a una conferencia a Lleida el día 19 con mucho gusto, porque cuanta más pluralidad haya en las manifestaciones de Cataluña, mejor. Hay muchos catalanes que no están a favor del independentismo y me parece bien que se organicen para expresar su voz".
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