La bola de cristal de 'Raghu' Rajan
Raghuram Rajan, Raghu en el mundillo financiero internacional, ya avisó en el verano de 2005, cuando era economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se estaba incubando "una crisis financiera en toda regla". Sus superiores, entre ellos el director gerente, Rodrigo Rato, no le hicieron ni caso, según queda constancia en la auditoría del 10 de enero de 2011 realizada por la Oficina de Evaluación Independiente del Fondo. En esas fechas, enero de 2011, la noticia no afectó la posición de Rato, quien preparaba, desde la presidencia, la salida a Bolsa de Bankia para mediados de julio de 2011.
Ahora, un día antes de que Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), advirtiera (jueves 7 de agosto) sobre la fragilidad de una recuperación muy desigual en la Eurozona amenazada por riesgos geopolíticos, Raghu vuelve a las andadas. Esta vez desde un puesto todavía más relevante. Desde 2013 es gobernador del Banco de Reserva de la India (banco central).
En una entrevista en la influyente revista trimestral Central Banking Journal, señala el pasado miércoles 6 que la economía internacional actual se encamina de forma creciente a la situación de los años treinta del siglo pasado, con unos países industrializados que intentan superar la Gran Recesión los unos a expensas de los otros.
"Hay grandes riesgos de sufrir otro crash en momentos en que el mundo es menos capaz de soportar el coste", afirma.
Al proteccionismo de los años treinta, ejercido a través de devaluaciones monetarias competitivas para ganar cuota de mercado a los vecinos, le sustituye ahora lo que Rajan llama la política competitiva de relajación monetaria cuantitativa (las inyecciones de liquidez de los bancos centrales de Estados Unidos, Inglaterra y Japón para comprar activos públicos y privados, que el BCE está considerando aplicar).
"Es la herramienta favorita para mantener un juego de suma cero que está abocado a terminar en un desastre", explica.
Rajan ve con preocupación un posible impacto si los inversores salen de los mercados todos a la vez después de haber comprado los activos inflados por las políticas de los bancos centrales.
"Habrá una gran volatilidad en el mercado si eso sucede. Pero puede no ocurrir si encontramos una manera de desmontar estos riesgos de forma ordenada. No hay que perder la esperanza y rezar para lograrlo ", ironiza Rajan.
Pero el gobernador del banco central indio es escéptico.
"Como ha sido el caso en la década de 1930, la falta de coordinación entre los responsables políticos está ahora produciendo efectos secundarios que pueden ser difíciles de controlar, y el sistema financiero del mundo pronto podría enfrentar turbulencias frescas en un momento en que los bancos centrales tienen pendiente reparar el daño que ha causado la crisis financiera de 2008 a las economías desarrolladas. Estamos asumiendo mayores riesgos de tener otro crash en momentos en que el mundo es menos capaz de soportar el coste", afirma.
¿Y los vaticinios de la mayoría de los economistas?
Según señala, los "economistas todavía menosprecian el papel central que tienen los sistemas financieros en las economías y creen que pueden predecir las próximas crisis. Todavía no prestan suficiente atención al sector financiero. Las crisis del sector financiero no son tan predecibles. Los riesgos se acumulan hasta que, bum, te golpean".
Un cristiano primitivo entre leones hambrientos
Esta referencia a los economistas tiene su miga. Evoca la experiencia de Rajan durante el periodo de acumulación de riesgos que conduce a la Gran Recesión de 2008. En aquellos años, es Consejero Económico y Director del Departamento de Investigación (Research) del Fondo Monetario Internacional, puesto en el que estaba cuando llega Rodrigo Rato en junio de 2004.
Rajan y su ex jefe Rodrigo Rato.
El 27 de agosto de 2005 es la fecha clave, aquella en la cual Rajan afirma que las campanas doblan por la ingeniería de un sistema financiero desbocado, con ocasión de la reunión anual de la Reserva Federal (banco central norteamericano) en Jackson Hole, el sanctasantorum de banqueros centrales y altos ejecutivos selectos, con pretensiones intelectuales, de la banca internacional.
"Como los riesgos clásicos, las hipotecas, pueden ser transferidos de los balances de los bancos a los de los gestores de inversiones, los bancos tienen un incentivo para crear más riesgos de este tipo. Por tanto, tenderán a alimentar antes que reducir el apetito por los riesgos. Pero los bancos no pueden vender todos los riesgos. A menudo tienen que mantener la porción más complicada de los riesgos que crean, de modo que si bien algo de riesgo ha salido de los balances, estos se han recargado con riesgos frescos, más complicados", explica, con una batería de gráficos elaborados por su equipo del FMI.
"De hecho", añade, "los datos sugieren que pese a la amplitud de los mercados financieros, los bancos no son nada más seguros que en el pasado. Aunque es difícil ser categórico sobre algo tan complejo como el sistema financiero moderno, es posible que estos desarrollos pueden inducir una mayor dinámica procíclica [los riesgos han de crecer con el el auge de la economía] que en el pasado. También puede crear una mayor (aunque todavía pequeña) probabilidad de desastre catastrófico para la economía. Desgraciadamente, no sabremos si estas son preocupaciones serias hasta que el sistema sea puesto a prueba".
Su vaticinio: "Si los bancos también sufren pérdidas en sus créditos y hay incertidumbre sobre dónde están localizadas esas pérdidas, sólo bancos muy contados e intachables recibirán la aportación de liquidez que saldrá de otros mercados. Si estos bancos también pierden confianza en los otros bancos, el mercado interbancario puede paralizarse y podemos sufrir una crisis financiera en toda regla".
Esta exposición agua el propósito de la reunión de Jackson Hole, que es rendir homenaje al Maestro Alan Greenspan, que dejará la presidencia de la Reserva Federal en 2006.
Cuando termina y se baja del podio para tomar asiento escucha críticas rotundas a su intervención. "Sólo exagero algo si digo que me sentí como un cristiano primitivo deambulando en una convención de leones medio muertos de hambre...Los críticos parecían ignorar lo que estaba pasando delante de sus ojos", dirá Rajan más tarde.
La Gran Recesión de 2008 seguirá, en gran parte, la hoja de ruta que había trazado Raghuram Rajan en aquella exposición del 27 de agosto de 2005.
Quien avisa... y vuelve a avisar, pues, no es traidor.
“
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.