La policía impide una manifestación contra la monarquía cerca del Congreso

Luis Ocampo no había terminado de pronunciar la frase: ¡Monarquía, Abolición! Cuando un agente de policía lo conminó a callarse e irse. No lo hizo. En cambio, se sentó en el suelo e inició a gritar: ¡Libertad de Expresión! Fue imitado por seis personas más, dos de ellas con banderas republicanas. Diez minutos después, más de una docena de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) los había levantado, y a la vez impedido que se concentrasen cerca del Parlamento, donde se votaba la ley orgánica que permite la abdicación del rey Juan Carlos I y la sucesión en la Corona de su hijo, Felipe VI.

La acción de Ocampo fue el único momento tenso del 'rodea al Congreso', convocado para este mediodía del miércoles por la Coordinadora 25S, al que asistieron menos de una treintena de personas, en su mayoría adultos de más de 50 años. Por cada manifestante había siete u ocho policías. Los protestantes junto a periodistas, cámaras y fotógrafos fueron arreados por más de 150 metros en el Paseo del Prado hacia Atocha; desde la fuente de Neptuno hasta la entrada de Velázquez del museo del Prado.

Al grito de: ¡Libertad de manifestación! ¡Franco no ha muerto, está en el Congreso! o ¡No mires unete!, los pocos manifestantes mezclados con los medios de comunicación fueron empujados por los policías hasta una pequeña glorieta en el Paseo del Prado. Ahí se congregaron por más de 20 minutos, donde Ocampo y otro joven —autoidentificado como periodista independiente—, llamaron a protestar contra la monarquía y exigir un referéndum.

Ocampo criticó que la policía le impidiese protestar y aseguró que habían violado su derecho a manifestarse libremente. Los agentes explicaron que la concentración no estaba comunicada oficialmente, lo que es necesario para que sea legal. "La protesta estaba anunciada. Y eso se nota por la cantidad de policías que habían", finalizó el manifestante.

Desde tempranas horas de la mañana se observaba un amplio despliegue de la Policía Nacional cerca del Congreso. En la equina con la calle de Cedaceros había siete loncheras policiales; frente al Parlamento otras ocho; y en la esquina del Paseo del Prado con la Carrera de San Jerónimo estaban preparadas vallas metálicas y varias docenas de agentes antidisturbios.