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El hacedor

El detalle clave para entender lo que ha pasado en la carrera de Susana Díaz hacia la secretaría general del PSOE es el doble hecho de que no le hiciera saber su "renuncia" a Alfredo Pérez Rubalcaba y que, además, lo haya dicho en público. "Rubalcaba sabe mis prioridades, no le va a sorprender en absoluto", ha apuntado Susana Díaz a la pregunta de Aimar Bretos, en la Cadena Ser, sobre si se lo había anunciado al secretario general. Al parecer, habló con mucha gente a la que le adelantó lo que había decidido. Pero no con Rubalcaba.

En su libro "The new Prince" (El nuevo príncipe) Dick Morris, ex asesor de Bill Clinton, señala: "Ímpetu es la combinación de una parte de victoria, una parte de secreto y otra de bluf. Debes dejar que la prensa te destroce, que ridiculice tus posibilidades, diga que estás acabado y que eres historia, para ser capaz de coger ímpetu y confundir sus predicciones...".

Aunque el trabajo analiza la conducta de candidatos en procesos electorales, el intento de actualizar la obra de Maquiavelo, no carece de cierta gracia para la política en general.

La decisión de Susana Díaz es la respuesta a lo que podríamos llamar el ímpetu (momentum en inglés) que coge Alfredo Pérez Rubalcaba cuando casi todos ya se refieren a él como historia.

En lo que hemos bautizado como la tercera vigilia de APR, la parte de la noche que va desde las doce del 25 de mayo a las 3 de la mañana del 26, el secretario general del PSOE altera, después de hablar con varias personas, y sobre todo, con Susana Díaz, el orden de los factores. Decide convocar primero el Congreso del partido y subordina las primarias abiertas a la nueva dirección que surja.

Es la posición de Susana Díaz. Y de otras personas con las que mantiene contacto Rubalcaba. Entre ellos, Felipe González.

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Esto parece dejar el camino expedito a la secretaria general del PSOE andaluz y presidenta de la Junta de Andalucía.

Pero he aquí que Eduardo Madina irrumpe en escena con la propuesta de que aplazado el proceso de primarias se elija secretario general con participación de todos los militantes del partido. Madina tiene el respaldo implícito de la numero dos del partido, Elena Valenciano, que acaba de ser derrotada en las elecciones del 25 de mayo. Cuando comparece, poco antes de la medianoche de ése domingo, ¿quién si no ella reconoce que "todo está abierto"? 

Y tanto que lo estaba.

APR pavimenta el camino a Madina al acoger ipso facto la iniciativa de modificar el sistema de votación del secretario general. Pero este pavimento no es el que están dispuesto a transitar Susana Díaz y sus huestes para entrar en Madrid. Fiel a su tradición y experiencia, Susana Díaz razona como secretaria de organización. No desea, como no lo quiso en la carrera a la presidencia de la Junta de Andalucía, una batalla dentro del PSOE.

Porque una cosa es acudir a la llamada del Partido en una encrucijada histórica, donde no hay posibilidad de optar. Y otra, muy otra, participar en unas elecciones a la secretaría general. Se puede elgir. Aquí hay opción. La de acudir o no acudir.

Susana Díaz estima que su entrada triunfal en Madrid solo puede venderse bien en Andalucía si se presenta como una necesidad del PSOE en la que ella carece de opción.

Todos los esfuerzos se despliegan, desde Felipe González hasta José Luis Rodríguez Zapatero, para persuadir a Madina a fin de que llegue a un pacto con Susana Díaz. A diferencia del Congreso de Sevilla, se argumenta, en esta nueva etapa hay que promover una dirección basada en la integración. Y esa integración pasa por evitar la competición.

Pero, como algunos barones que presumen de conocer bien a Susana Díaz habían vaticinado, la negativa de Madina a dar marcha atrás sería el jaque mate.

En esta guerra poco velada de aparatos, el hacedor es... Alfredo Pérez Rubalcaba.

En su entrevista con la Ser, Susana Díaz pone de relieve a su manera lo que es esa guerra.

Recuerda que los "socialistas entendieron en Andalucía el secreto del cambio de ciclo".

Pero, añade: "Mire, yo tengo la sensación de que los socialistas en España no nos hemos enterado de lo que ha pasado el 25-M".

Más claro...

Con todo, fuentes consultadas señalan que en estas dos semanas largas desde las elecciones europeas, los sondeos y el recuento de fuerzas dentro del PSOE han sido frenéticos. El equipo de Susana Díaz podía contar con una victoria muy ajustada, aún teniendo en cuenta el caudal de votos que aportaba Andalucía.

No había garantías, por tanto, según esta versión, de una victoria holgada.

La retirada de Díaz deja al PSOE con la posibilidad, según esas fuentes, de un Plan B.

Veamos.

 Estamos en mayo de 2015. La noche del domingo de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015. Y especulemos: se han anticipado a esa fecha los comicios en Andalucía que debían celebrarse en marzo de 2016.

Supongamos que el PSOE, esta vez el PSOE de Eduardo Madina, sufre un nuevo varapalo en España y Susana Díaz gana las elecciones en Andalucía.

 ¿Qué diríamos?

Que habría un segundo tren, y de alta velocidad, para ella.

 Habría validado por primera vez en las urnas su presidencia. Y, por tanto, su autoridad para optar a ser candidata a la presidencia del Gobierno por el PSOE en las elecciones generales de diciembre de 2015, o enero de 2016, saldría muy reforzada.

Por tanto, el paso atrás de Susana Díaz no cancela, per se, su posible candidatura a ser cabeza de cartel del PSOE en las próximas elecciones generales.

¿Volverá y será millones...?

Comentarios

Algo sigue oliendo a podrido en España.Se dice "expedito", que además y sutilmente es más del agrado del oído argentino. No soy de la Real Academia pero como si lo siriese: se da la casualidad de que hace un rato he tenido esta discusión con la tilde y la acentuación en la palabra.
Para conducir un autobús no se necesitan Fitipaldis, si no conductores centrados que aguanten las ocho horas de atascos a velocidad lenta, parando de vez en cuando para que suba la gente.O baje, según les convenga.Sin volverse locos, arrasando con todo lo que tienen por delante, pisando el acelerador de la máquina.Y aunque parezca raro, esa cualidad templada también requiere de agallas, y de valía.Hoy necesitamos la templanza necesaria para llevar adelante un programa que se parezca a las siglas, y que adecuando al momento se responda a los intereses de quienes votan una opción.Porque los otros intereses ya tienen a los suyos, aquellos o aquellas que defienden sin paños calientes los intereses principales.Sin hacer ascos.Y a pecho descubierto.Que también es de mucho mérito, el ser capaces de ofrecer soluciones sin esconderse de la realidad.Quien lo quiera que lo compre.Así de sencillo.Que siempre hay gente para todo, en cualquier parte.
Pues me da que no se han enterado de nada. Estrategias viejas para tiempos nuevos. Montan la guerra de trincheras en tiempos atómicos. Va! Mentes pequeñas para egoismos grandes.

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