Un hombre se entrega tras amenazar cinco horas con volar edificios en Soria

La Guardia Civil ha desalojado este miércoles varios edificios en un barrio de la localidad soriana de Arcos de Jalón (1.700 habitantes) por la amenaza de un hombre de 50 años de suicidarse con explosivos. El individuo finalmente se ha entregado pasadas las nueve y media de la noche, tras llevar atrincherado en un piso desde las cuatro y media. El instituto armado había ampliado el cordón de la zona evacuada con el paso del tiempo.

Según ha detallado el alcalde de la población, Jesús Peregrina, en declaraciones a Europa Press, la Guardia Civil ha desalado en primer lugar el bloque de viviendas en el que se encontraba el piso donde ha permanecido encerrado este hombre y que está situado frente al Ayuntamiento de Arcos de Jalón. Después se ha ampliado el desalojo a otros inmuebles cercanos.

La zona ha sido acordonada y hasta el lugar, según han informado testigos presenciales, se ha trasladado un equipo de los Grupos de Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos y de naturaleza NRBQ (Gedex) para intervenir en el operativo. Desde la Subdelegación del Gobierno se ha confirmado que el hombre, cuya identidad responde a las iniciales T. B. P., se encontraba solo en la vivienda en la que se ha atrincherado. Este domicilio pertenece a un familiar del individuo, según han informado desde la Guardia Civil.

Además, la investigación se ha ampliado a la capital soriana —a 78 kilómetros de Arcos de Jalón—, en concreto a la calle de Tirso de Molina número 8, donde efectivos de la Guardia Civil han buscado explosivos en la vivienda propiedad de T. B. P., en la que reside de manera habitual. Según el instituto armado, ha hallado rastros de algún material que podría utilizarse para la fabricación de estos artefactos.

"Estamos a la espera de que los negociadores de la Guardia Civil consigan que el presunto suicida deponga su actitud", ha trasladado el alcalde antes de explicar que la madre del hombre era natural de Arcos de Jalón y el padre de Suiza, donde la familia residió durante "mucho tiempo" para trasladarse a continuación a Madrid y, posteriormente, a Arcos de Jalón.

Jesús Peregrina ha asegurado que T. B. P. "no es muy habitual en el pueblo", que se relaciona con un grupo "muy reducido" y que es una persona "más bien solitaria".